Wednesday, June 23, 2010

Fotocomentadas

Réquiem para los que se adelantaron

Noé Valdés

No somos supersticiosos, ¡nos hacen supersticiosos!, para los que no pasan debajo de una escalera, no les gusta que les asignen la habitación ni el asiento número 13,para los que dicen que es de mala güero romper un espejo, no salen de su casa el martes 13, les pone los pelos de punta cuando manejan un vehículo y se cruza en su camino un gato negro, para los que no les gusta escuchar cantar a las lechuzas y a los tecolotes y cuando visitan un campo santo, al salir se sacuden los zapatos y se lavan las manos hasta no tener rastro de tierra del cementerio.

Todos ellos normalmente viven en la zozobra, son felices a medias, siempre están pensando que algo malo les va a suceder. Pues para todos ellos, que siempre están pendientes cuando alguien se muere y a los pocos días muere un familiar o un amigo del difuntito, les hace pensar en cosas del más allá, sin saber que todo sucede en el más acá, aquí es donde se desarrolla todo, no busquemos en lo desconocido lo que no tenemos certeza de que exista.

Por eso ahora que se nos fue el escritor José Saramago, el de Santarém Portugal, el de la isla de Lanzarote, el autor de la novela, Terra de pecado, de Claraboya, novela que nunca fue publicada, Saramago durante más de 20 años se dedico al periodismo y también sufrió censuras como todo trabajador que no está en sintonía con la política del periódico.

Saramago logra la cúspide literaria en 1980 con su novela Levantado de Chäo, un retrato vivido de las condiciones de los trabajadores; los años que siguen, para Saramago su trabajo es incansable, cuenta las inhumanas condiciones de vida del pueblo, en épocas de guerra, donde predomina la superstición y el hambre.

El éxito que logra Saramago con su novela El evangelio según Jesucristo, lo lanza a la fama, por causa de la polémica nunca antes vista en Portugal. Toda una vida aprovechada en la literatura, en triunfos con las letras, Saramago nos deja un inmenso legado de su pensamiento, de sus inquietudes. Por cierto que el Vaticano, en seguida que se supo de su deceso, de inmediato le enderezó sus baterías por un viejo resentimiento, pareciera que el Vaticano solo estaban esperando que Saramago dejara de respirar y la verdad que no había necesidad de que la Iglesia Católica se enfrente contra un muerto, la verdad que en esta pelea, el Vaticano siempre la va a perder, porque pelearse contra un muerto es como practicar round de sombra, siempre va a perder la pelea porque Saramago no les va a contestar.

Vuelvo a lo anterior, a la superstición. El fallecimiento de José Saramago en la isla de Lanzarote y el fallecimiento de Carlos Monsivais en México, hace pensar a los que creen en las cosas sobrenaturales, que al escritor de los mexicanos se lo llevo el escritor de los portugueses, que se cumplió aquella vieja idea de que un muertito no se va solo y que en este caso se llevo a Monsi, al escritor nuestro, al que ya nada será igual sin su presencia, extrañaremos su sarcasmo, su ironía expuesta en todos sus textos, especialmente en la crítica contra los gobiernos que hemos tenido en las últimas cinco décadas, en nuestro querido México.

Ya nada será igual, extrañaremos “Por mi madre bohemios”, extrañaremos al señor de los gatos, al señor que en cada texto era motivo de reflexión. Lo que nos complace es que Monsivais vivió como él quiso vivir, como se le dio la gana; critico a quien se le debería de criticar y no claudico en un solo momento de su vida, vida dedicada a la literatura y ahí está su legado, más de 50 libros, un acervo cultural sin precedente.

Y otra vez vuelvo con los que creen en las cosas del más allá, Monsi tampoco se quiso marchar solo al viaje sin retorno, se llevo al maestro Miguel Veles Arceo, todo un personaje, inquieto, dedicado a sus menesteres, fundador de la primera compañía de el ballet folclórico de la Universidad Veracruzana. Quien no recuerda sus presentaciones en el Teatro del estado en los albores de la década de los 70s, de sus viajes al extranjero en donde represento a Veracruz con todo el colorido y con la música de los veracruzanos y con las vestimentas de los indígenas.

Yo tuve la oportunidad de acompañar el Ballet cuando viajo a Cuba en los años 90 del siglo pasado, fue todo un éxito sus presentaciones en la explanada de la Casa de los Capitanes Generales y en la inauguración de La Casa de México en la Habana, en la Universidad donde estudió el comandante Fidel, Fidel el de los cubanos. Pareciera que todo está planeado para que hasta los famosos se nos marchen en serie, Primero Saramago, en seguida Monsivais y al final Veles, ni hablar, estos famosos no fallecieron, simplemente se nos adelantaron.

Es una buena tercia la que se fue a la eternidad, tendrán tiempo de platicar sus aventuras, sus pasiones, sus frustraciones. Lo más fregón es que los dos literatos se llevaron a alguien que con su experiencia de manejar a un ballet y hacerlo bien, tendrán en el más allá, si es que existe, la dulzura de todo el folclor veracruzano y porque no el de México, porque Veles sí que sabía de esos menesteres. Descansen en paz José Saramago, Carlos Monsivais y Miguel Veles arceo.

DORMIR BIEN

¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque los veracruzanos también duermen plácidamente, hasta le pegan duro al ronquido, todo porque ya decidieron por quién votar, solo esperan el gran día, el día “D”, para hacer uso de su derecho de votar; lastima margaritos, se los van a llevar al baile porque solo hay un puesto para Gobernador…Cualquier comentario sobre este sentido texto, favor de enviarlo a valdesnoe@hotmail.com

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