Tuesday, September 20, 2011

Fotocomentadas

Las reliquias de la fe

Noé Valdés

Este lunes, como lo hago cotidianamente, me apersone por el centro de la capital del estado, cuando caminaba por la esquina de Zamora y Xalapeños Ilustres, me llamó la tención que la gente que se apiñaban por esa esquina, miraban hacia el espacio, miré hacia el cielo y pude observa aun la luna y junto a ella, -claro a miles de kilómetros de distocia del satélite natural de la tierra-, se miraban seis círculos plateados.

Medite, si fueran globos que hubieran lanzado al espacio para hacer más atractiva la estancia de las reliquias del Papa Juan Pablo II, pero también pensé, si fueran globos, yo he estado en algunas ocasiones en que personas lanzan globos al espacio y sé que los globos nunca se elevan juntos, siempre se elevan dispersos y las bolas que se observaban estaban más o menos juntas, me quede observando las bolas plateadas y de pronto desaparecieron de mi vista.

Me retire de ahí haciéndome muchas preguntas, que por todo el día nunca encontré la respuesta, lo que si se, es que fui una de las personas que pudieron ver esas bolas plateadas y que como llegaron también se desaparecieron, no se para donde se fueron, lo que también se, que las vi, espero que lo que hoy les platico, amables lectoras y lectores, no se tome como terrorismo.

Continué caminado por la calle principal de la ciudad, pase a ver la lista de la lotería nacional, para ver si un billete que ex profeso había comprado para la lotería del 15 de septiembre. Después de ver la lista y saber que seguía siendo pobre y que mis amigos siguen siendo mis amigos, seguí con mi camino, llegue hasta los bajos del palacio de gobierno y estuve un buen rato observando la gente que quería entrar a la catedral para observa las reliquias del Papa Peregrino.

En eso estaba cuando llego hasta donde yo estaba, un gran amigo, que además de ser un buen amigo, Florentino le rasca bonito a la jarana y al arpa, cuando llego hasta mí, miró la gente que abarrotaba en el frente de la catedral y me dijo.

_ ¿Cuál es tu opinión, de ver tanta gente que quiere cerca de las reliquias del Papa?

_ Para responder a tu pregunta, tengo que recurrir a un texto que hace unos días escribí y la titule, “La fe a la que la guayaba obliga”, en ese texto escribí que cuando el árbol de guayaba da sus frutos, en mis tiempos mozos, mi abuelo se preocupaba, porque decía que era cuando escaseaba la lana, era “el tiempo de la guayaba”.

Lo que ahora estamos mirando, es nada menos que el resultado de los tiempos que estamos viviendo, todas las personas que vemos que acuden a ver las reliquias de un gran Papa, es nada menos que a las necesidades del pueblo veracruzano, que recurre a la esperanza de que se viva en mejores condiciones, a que vivamos en armonía, en paz. La gente cree y está en su derecho de creer, que es el momento de sintonizase con alguien que nos puede ayudar a vivir mejor, recurre con la esperanza de que con la intercesión de Juan Pablo, los que vivimos en este hermoso estado, vivamos mejor. Es la lectura que yo le doy mi querido florentino.

_ Es exactamente lo que yo venía pensando y tú me lo has confirmado, efectivamente, estamos necesitados de protección divina, es cuando recurrimos a lo místico, es cuando le rogamos al todo poderoso que nos mande sus bendiciones, que nos mande la paz.

Seguimos un buen rato observando, a menudo se escuchaban los vendedores de suvenir. La gente que esperaba pacientemente, no le importo esperar el tiempo que tuviera que esperar, ni si estaba fuerte el sol, tampoco les importo que se miraba que el rato que había que esperar era bastante largo. Lo que también se observo es que la gente estaba ahí para ver aunque fuera tan solo un instante algo que perteneció a Juan Pablo y en sus rostros se miraba la esperanza de que el próximo santo, -oficialmente por el Vaticano, porque para el mundo ya es santo-, los cobije, los cuide, les bendiga y que sea el mensajero de Dios, para que todo el mundo alcance la tranquilidad. Así sea.

DORMIR BIEN

¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque los que no duermen bien, son los comerciantes en Coatzacoalcos y que eran proveedores del ayuntamiento de Puerto México, con eso de que el señor Presidente Municipal Marcos Theurel solo les ha pagado a los proveedores consentidos, mientras que al resto que sus cuentas duerman el sueño no de los justos, sino de los injustos, tan solo por eso los comerciantes no consentidos del señor Theurel han perdido el sueño y traen unas ojeras que ya les llega a salva sea la parte…Cualquier comentario sobre este santificado texto, favor de enviarlo a valdesnoe@hotmail.com


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