Sunday, May 03, 2009

Camino lleno de abrojos
Noé Valdés
La vida es el milagro
La muerte, el descanso

Para las instancias de gobierno y las organizaciones de salud en el mundo, ha significado todo un reto hacer el seguimiento de esa maldición que nos cayó y que los médicos, epidemiólogos, científicos y demás hierbas, le llaman Influenza.
Caminar por lo desconocido, por un camino sembrado de abrojos, en donde si damos un paso, se corre el riesgo de causarnos una herida que no se sabe cuánto va a tardar en sanar.
Y todo lo que conlleva modificar nuestros hábitos de vida, tenemos que portar un tapa boca para no inhalar los virus, si antes de la aparición de la influenza nos lavábamos las manos antes de cada comida, hoy nos las tenemos que lavar por lo menos cuatro veces por hora. Mi madre a menudo me dice que parezco judío errante, ya se imaginarán amables lectoras y lectores lo que estoy sufriendo, tener que estar enclaustrado en casa, un día está bien, dos también, pero cuando ya es más de una semana, pareciera que somos leones enjaulados, no porque huela uno mal, sino porque no podemos salir de la madriguera.
Hacer el amor o el sexo es otra bronca, hay que estar bien limpiecitos de las manos y de todas partes del cuerpo, muchas caricias y como dice “José José” en una de sus canciones, recorrer el cuerpo de norte a sur, pero bien aseaditos, hacerlo con responsabilidad, sin el ahí se va, borrarnos de la mente que no pasa nada o machacar el dichito aquel que dice, de algo nos vamos a morir, o el ¿quién se ha muerto de eso?; nada de eso y mucho menos besitos, de picorete, ni de lengua mucho menos de maciza, ni en la cama ni en el saludo en la calle, ¡cómo hemos tenido que modificar nuestros hábitos verdad!, tanto va el cántaro al pozo hasta que se rompió la cuerda y se quedó adentro.
Así que si queremos seguir vivitos y coleando, dando lata en este mundo que nos ha tocado vivir, tenemos que acatar las disposiciones sanitarias que los encargados de la salud en el mundo, tenemos que hacer lo que nos invitan que hagamos, por cierto que ellos, los encargados de la salud del mundo, tienen mucho de culpa, de que nosotros andemos arrastrando la cobija.
Resulta que ahora los mexicanos somos los apestados, no nos quieren ver ni en pintura en ninguna parte del mundo y si de por casualidad se cuela un mexicano en otro país, en el aeropuerto donde llegue, le van a dar una fumigada marca ACME y lo van a dejar como cucaracha, patas para arriba, no me lo crean amables lectoras y lectores, pero como el miedo no anda en burro, todo el mundo está con los pelos de punta y no quieren saber nada de la influenza.
Por lo pronto se acabaron las fiestas, nada de reuniones de más de 45 personas, no se puede ni se debe estar en lugares cerrados, pobres de los que inevitable tienen que hacer uso del metro, del metro bus, de los desvencijados microbuses, eso en el DF, aquí en Xalapa también la gente toma sus precauciones, no se arriesga a estar en reuniones masivas, ni por los bautizos, confirmaciones, primeras comuniones, quince años, bodas, ¡claro! Esta restricción tiene su lado bueno, su lado amable, asistiremos menos gorrones. Los estadios estarán vacíos y hasta los sepelios se verán menos acompañados. El miedo tiene cara de perro.
Para los estudiantes, empleados municipales, estatales y federales que son flojonazos, les cayó de perlas estos días de asueto y ruegan al cielo que fueran dos semanas más de flojonería, por aquello de que no se quieren contaminar. Claro que hay sus excepciones, hay trabajadores, estudiantes y empleados responsables, que ya no ven la hora de estar en sus cotidianas labores, los estudiantes dicen que si no leen se aburren, los empleados si no trabajan, en casa se pelean con la esposa y los hijos y hay muchos maestros que están que se las pelan por educar el futuro de México.
Mal de muchos, consuelo de tontos, los mexicanos estamos pasándola difícil en este momento, la sicosis es mala compañera y eso desemboca en que la gente no salga de su casa, por lo consiguiente hay un aplazamiento en cuestiones financieras, hay menos trabajo y se refleja en la cartera de la mayoría de los mexicanos. Hay que hacer todo lo que nos indiquen las autoridades con una sola intención, estar sanos, esto hay que tomarlo en serio y no hay que desesperarse, pronto vendrán tiempos mejores, porque lo nuestro tiene solución.
El problema es más grave para los países como España, que se asociaron con los ricos, con los europeos y hoy no les aguantan el paso y ya no saben cómo salir del atolladero, tienen a más de cuatro millones de personas paradas, sin trabajo y eso les va a acarrear problemas financieros serios, así que lo nuestro va a ser pasajero, aunque en este momento estemos como apestados, ya nos veremos en diciembre a ver quién está más jodido, nosotros o los países pobres que se juntaron con los ricos, que llevan un tren de vida más cara y ahora ya no saben cómo nivelar su balanza económica.
NO HAY FECHA QUE NO SE CUMPLA
A partir de este domingo 3 de mayo, todos los candidatos a diputados federales de todos los partidos, de todo el país, cargaran con su cruz e iniciaran su peregrinar por todos los distritos de México, sudaran la gota gorda solicitando el voto a los mexicanos, algunos echaran mano de todos los artilugios para arrimarse votos, otros le propondrán a los votantes un cambalache de despensa por voto, los menos convencerán a los electores y la mayoría engañara al electorado, pero eso ya se verá el próximo primer domingo de julio, el día de la contienda, ese día se decidirá todo y se sabrá la verdad, será el termómetro para medir la calentura, tanto para Veracruz en el 2010, como lo que vendrá después a nivel nacional en el 2012.
DORMIR BIEN
¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque yo también, porque ya me convencí que la influenza nos vino a modificar todo y como recomiendan que nada de besos, entonces como dice la famosa cantante, leyenda en México de los años 70s, Vicki Carr, “Si no quieres mis veos, no me muero por eso, yo ya estoy cansado de tanto

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