Somos los nuevos ricos
Noé Valdés
Estoy situado en la sierra de Chicontepec, en el corazón de la huasteca veracruzana, concretamente en el Cerro Ixcacuatitla.
Desde mi posición observo a don Elpidio Oviedo platicando con su compadre Rogaciano Cerecedo, con quien todas las tardes invariablemente, se reúnen para tomar café y platicar sus viejas experiencias. Rogaciano, por tener un problema en el tímpano, apenas si puede escuchar lo que le dice su interlocutor.
El cerro, mudo testigo de todo lo que ha sucedido a su alrededor y que le da el nombre al pueblo, se levantaba majestuoso frente a ellos. Los dos longevos, con nostalgia recordaban sus aventuras, sus osadías de cuando eran jóvenes; don Elpidio preguntó a Rogaciano:
-¿Te acuerdas Roga, cuando corriendo trepábamos el cerro y, no nos sabía ni a melón?
-Cómo no voy a recordar, si en esas correrías, un día por poco me desbarranco de lo más alto.
En esa estaban cuando en el camino que conduce a Tecomate, a lo lejos columbraron una camioneta, de las que la hacen de taxi rural, don Rogaciano tomó la palabra:
-Oye Pillo, recordarás que cuando queríamos visitar a nuestros parientes en Chicon, nos la teníamos que tirar a pie y para lograrlo nos desmañanábamos, para ganarle al sol y estar temprano allá y el regreso, siempre nos agarraba la noche en el camino y cuando llovía, ¡ay cabrón!, la enlodada que nos recetábamos.
-Así es Roga, fueron tiempos difíciles, ahora es pan comido, con las camionetas, en una hora estás allá y te da tiempo hasta de echarte una aguardiente y regresarte tranquilito en el transporte.
La amena charla se ve de pronto interrumpida por los gritos de un chiquillo, quien es uno de los nietos de don Elpidio.
-Somos los nuevos ricos, somos los nuevos ricos, abuelo, somos los nuevos ricos
-Cállate chamaco, no sabes lo que dices.
Con voz enérgica ordenó don Elpidio al chico que se callara y don Rogaciano preguntó:
-¿Qué dice tu nieto Pillo?
-¡Este chamaco que está loco!, quesque somos ricos, ¡anda mocoso, ve a ver si ya puso la cochina!, ve a otro perro con ese hueso, chiquillo malcriado, cómo te atreves a venir a interrumpir nuestro pasatiempo.
-Elpidio, deja que el chico te explique, no seas duro con él, en ocasiones tienen razón.
-Es verdad abuelo, somos los nuevos ricos, lo escuché en la radio, lo dijo Fidel Herrera.
Don Elpidio, ya picado por la duda, preguntó a su nieto:
-A ver, explícame bien lo que sabes.
-Abuelo, Fidel Herrera dice que estamos sobre un gigantesco yacimiento de petróleo y gas, que pronto vendrán las máquinas y se iniciará la explotación del petróleo.
Habló nuevamente don Rogaciano y le dijo a don Elpidio:
-Pillo, no le hagas mucho caso a este indisuelo, que va a ser, no creo que estamos sobre una mina de petróleo, acuérdate que ya una vez nos engañaron, te has te acordar que un presidente de México nos agarró de tontos, un tal, ora verás, uno que se llama como tú, un tal, pillo.
-A, sí, López Portillo.
- Ese cabrón, pero no hagas mucho caso a eso, que ya sabes que los poderosos, siempre nos ven la cara de peregrinos.
Volvió hablar el chico:
-Abuelo, así es, si que es verdad.
-Bueno pues vamos a ver, si en verdad que somos ricos, hay se verá y si no, pues, seguimos soñando, que desde aquí se sueña rico, si es verdad lo que dice mi nieto, ojalá y no la pasemos mal, total que para los años que tenemos, a lo mejor ni vemos cuando saquen el petróleo.
-No seas pesimista Pillo, por una ocasión debes darle el beneficio de la duda, en primer lugar a tu nieto, y así como no queriendo la cosa, dale el beneficio de la duda al gobierno, a Tío Fide, que tal si es cola y pega y en verdad estamos en un volcán de petróleo.
Así fue cayendo la tarde y pronto se hizo de noche, el niño se retiró desilusionado de que no le creyeron, se despidió don Elpidio de don Rogaciano y se fueron, cada quien para su casa, no sin antes citarse nuevamente en el mismo lugar, para seguir platicando sus odiseas, los dos por dentro de su ser, incrédulos iban meditando, ¡qué somos ricos!, ¡háganmela buena, cabrones! Y ojalá y no nos agarren, como siempre de sus puerquitos.
DORMIR BIEN
¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque el que tiene pesadillas en el distrito XIII de Huatusco, es el candidato del PAN, Alberto Urcino Méndez Gálvez, la encuesta que hizo la UV, lo coloca en tercer lugar, otro que no duerme bien es Ulises Ochoa Valdivia, la encuesta lo coloca en segundo lugar y el que va en caballo de hacienda es Felipe Amadeo Flores Espinosa, este último no duerme porque se ha dedicado a chambear, por eso la encuesta lo tiene en primer lugar, es tan clara la ventaja que a Felipe, le reconocen sus propios adversarios.…Cualquier comentario sobre este rico texto, favor de enviarlo a valdesnoe @yahoo.com
0 Comments:
Post a Comment
<< Home