Señores trabajadores del volante
¿No habrá otra forma de sobrevivir?

Noé Valdés

Que barbaridad, no entiendo, me tengo que sacudir la cabeza para acomodar mis ideas; este viernes que estuve haciendo un trámite en las oficinas de la Dirección General de Transito del Estado, frente al edificio se encuentran apostados, con un vehículo equipado con grandes bocinas y de ahí sale música de la Sonora Dinamita y reclamo de placas de taxis que piden trabajadores del volante, venidos, “según ellos” de toda la geografía veracruzana, la estridente música y solicitudes se escuchan por todas las oficinas de mi General Homero, por toda la colonia Tamborrel y hasta el Teatro del Estado.
En el tiempo que estuve por esa dependencia escuché de parte de los demandantes de concesiones, que en los días por venir, si el gobierno, el que manda en Veracruz, no les resuelve favorablemente su demanda, dos de los trabajadores del volante se van a inmolar y otro se va a cortar una extremidad, aseguran que la decisión está tomada y que lo harán en la Plaza Lerdo.
Al escuchar la demanda y al mismo tiempo la advertencia, amenaza o como se le quiera llamar, si no les es favorable su solicitud, aquellas palabras me hicieron recordar a mis paisanos. Cuando en la región de Xico, en los años 60s del siglo pasado se dejó de cosechar naranja, los xiqueños buscaron la forma de sustituir la forma de obtener los recursos que llegaban con el cítrico y encontraron de inmediato la forma, se dedicaron a hacer y vender pan.
Años después, cuando al pueblo le dieron otro palo y dejó de valer el café, mis paisanos idearon volverse restauranteros y se dedicaron a vender comida, mole en pasta y le echaron toda la imaginación a la cocina y, como el problema financiero continuó, se ampliaron con hoteles. Hoy se siguen extendiendo y ya son varios los sitios de ecoturismo que están al servicio del turismo y de esa manera han logrado salir adelante, eso si, trabajando y en lo personal nunca escuché que alguien se quisiera suicidar o que fuera a la Plaza Lerdo para que lo hicieran chicharrón.
Con la vida no se juega, hay que entender que todos tenemos demandas, que necesitamos una forma de ganarnos la vida, pero no le veo caso tener que quemarse, o cortarse una extremidad, yo creo que hay muchas formas de llevar el sustento a casa, no creo que los demandantes de placas de taxis hayan nacido en un volante, y si así lo fuera, que la mente no les da para más, en donde está la inteligencia. Si al manejar un vehículo, un taxi y ocurriera una emergencia en donde se tenga que tomar una decisión inmediata, donde se tengan que hacer una maniobra para salvarse de no caer en un precipicio, o de evitar darse un encontronazo con un tráiler, entonces no sabrán que hacer, así que estos señores representan un peligro para quien se encuentre frente a ellos.
Si piensan inmolarse, si es que en realidad lo han pensado estos señores, se ve que no saben hacer otra cosa, que ya se les cerro el mundo y no tienen para donde caminar, hacia donde ver, hay tantas chambas y solo piensan en ser taxistas. Que sería de todo el mundo que no les dieran lo que quieren; ¿Qué sería de aquel individuo que estudió computación y si no tiene computadora entonces se va a suicidar?, un pescador que se le rompe la red y no pesca ¿se va a suicidar?, un campesino que no tuviera su azadón, o su machete, ¿se va a suicidar?, un mecánico, si no le llega un vehículo para repararlo, ¿se va a suicidar?
Tomar esa determinación es no quererse a si mismo, no creo que los trabajadores del volante no tengan padres, esposa, hijos, que lo quieran, ¿Qué a acaso no quiere a sus padres, a su esposa, a sus hijos?, a poco con desaparecer de esta vida se solucionan los problemas, para la familia que se queda las necesidades aumentan y ya no tendrán la esperanza de que el padre o la madre –porque también hay mujeres taxistas- les traiga el sustento, en casa, por la falta de un jefe o jefa de familia, la situación económica empeora.
Lo que escribo, lo consulte con amigos psicólogos y cuando les platique de que se trataba, me dijeron que si un ser humano hace algo de esa naturaleza, es una locura, es no quererse así mismo y por ende no querer a los que dependen de él, hay que tener en cuenta que con ese sacrificio no se resuelve un solo problema, al contrario se crean más. Por otro lado, no se trata de defender al gobierno, el gobierno tiene mucha gente que lo defienda, se trata de que no se haga una locura.
Para los trabajadores del volante deben pensar bien las cosas, no debe dar ese paso fatal, esa no será la solución, al contrario, la sociedad los va a criticar, tan solo por el hecho de no tener en la mente otra opción de trabajo, se va a pensar que era un movimiento político para sacar de sus casillas al gobierno, al menos coincidamos varios amigos, lo comentamos y lo transmito a los señores taxistas para que no se sacrifiquen por algo que se puede solucionar de otra manera.
Se que para algunos ciudadanos, lo que acabo de escribir no les va a gustar, se va a pensar que no apoyo a los trabajadores del volante, por lo que piden estoy de su lado, no estoy de acuerdo en la determinación que han tomado de los frían en la plaza al estilo Bonzo, alguien les tenía que decirle a los señores taxistas, que pueden seguir en su lucha para conseguir lo que piden, pero inmolarse, no es el camino, es u error. Si en estos momentos conseguir una chamba es un milagro, hay que recordar que la vida también es un milagro.
DORMIR BIEN
¿Qué al duerme amable lectora y lector, ¡bien!, que bueno, porque los que no duermen bien y desde hace algunos días padecen insomnio por el temor de que les sea negativo el voto del pueblo, son los que ya están ungidos por sus partidos como precandidatos a diputados federales…Cualquier comentario sobre este suicida texto, favor de enviarlo a valdesnoe@yahoo.com