Fotocomentadas
El oro que no olió Hernán Cortez
Noé Valdés
Amable lectora y lector
Dona sangre, salva vidas
Cuando en 1519 Hernán Cortez llega a las costas de Villa Rica, se sorprendido de la paz y sosiego de las aguas que rompían en la playa, atrás había quedado la inmensidad del mar, impresionado miraba la riqueza forestal; frente a él una cerrada selva con montañas y farallones, ríos de aguas cristalinas diferentes a los de Extremadura, donde también había bosques pero no tan tupidos como el que tenía enfrente. El conquistador pensaba encontrar, aparte de lo inhóspito de la selva, hermosas nativas, imaginaba que al verlo, un hombre blanco y barbado, con su armadura, la espada el caballo y el arcabuz, se le lanzarían muertas de deseo de acostarse con él.
Y así fue, el bien maiceado cacique de Zempoala, atendiendo las ordenes de Moctezuma, lo recibió con oro, comida y bellas nativas, la cuestión es que pudo más la codicia, después de atender a las bellas nativas, surgió nuevamente el deseo de la riqueza, pregunto Cortez, de donde traían las piezas de oro, pidió que le mostraran el camino dónde estaba la mina para conocerla personalmente. Los nativos le informaron que el oro lo traían del altiplano, después de mandar guardar en un lugar seguro los regalos que Moctezuma le enviaba, de inmediato inicia la marcha al lugar donde suponía que había el ansiado oro.
Y debió pasar y pisar por Arrollo Agrio cuando se fue en busca de lo que a su regreso a España, le iba a dar tranquilidad por el resto de su existencia y, nunca imagino ni olio, el oro que estaba a sus pies y que no tendría que caminar tantos kilómetros para llegar con los Aztecas y es posible que nuestra historia hubiera sido diferente, ahí, junto a la playa, cerca de donde hasta la fecha están las tumbas de los Totonaca, frente al mar, a tiro de piedra, estaba lo que buscaba.
Hoy sabemos que en Arrollo Agrio se ha descubierto oro y pronto lo van a extraer, pronto sacaran ese codiciado elemento. Con algunas gentes con las que he platicado me han dicho que es bueno que Veracruz tenga oro. Veracruz siempre ha sido rico con el oro negro, la famosa Faja de Oro lo confirma, desde el Norte hasta el Sur, desde Pueblo Viejo hasta Agua Dulce hay petróleo. Pues todo ese oro negro solo nos ha producido envidia ante el mundo, y la verdad pareciera que lo ha tocado el diablo, en la mayoría de los países que tienen petróleo se ven envueltos en broncas, en desgracias, invasiones, intervenciones militares, Irak es una muestra, que para los mexicanos, amantes de la paz no lo deseamos.
En lo personal no me emociona que Veracruz tenga oro, no me emociona porque esto es como la electricidad, como las minas de otros minerales, que los extranjeros son los que se ven beneficiados, los dueños de la lana, los del billete verde, los dueños de los Euros y a México solo le dejan migajas, los dueños del dinero del mundo, solo piensan en que su fortuna crezca más y más, así que no emociona porque al final, a los mexicanos no nos toca prácticamente nada, algunos cuantos empleos que al final vienen a ser como unas tortillas frías que los ricos le tiran a los pobres.
Y todavía más, no me emociona, porque en África existen países con minas de diamantes que el mundo compra y ¿cómo viven en esos país?, envueltos en guerras, en envidias, en donde se matan entre hermanos de raza y hermanos de sangre y lo peor, viven en la más extrema pobreza, con todas las enfermedades que produce la falta de recursos, la desnutrición y no sé cuantos más defectos podría enumerar.
Por todo eso no me emociona que México, en especial Veracruz tenga oro, es posible que mi apreciación no tenga el mejor sustento y ojalá me equivoque, que sea todo lo contrario y les reditúe bien a los veracruzanos, pero la realidad del mundo no me dice eso, la lógica no me da buenos augurios, hay ocasiones que se prefiere no tener nada para no ser punto de envidia, si no se tiene nada, nadie te envidia, nadie quiere adueñarse de lo que no tienes.
Es posible que se me tilde como ave de mal agüero, que soy pesimista, pero la burra no era tan arisca, son los palos que le han dado. Si alguien me dice lo contrario, que lo diga, me servirá de pie para otro texto y entonces a lo mejor su servidor sea más optimista.
DORMIR BIEN
¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, ¡qué bueno!, porque el que últimamente está perdiendo el sueño es Javier Duarte de Ochoa. La formación de su gabinete le está mermando el sueño, tan solo de pensar que los hombre que elija sean los mejores y que hay un buen tanto por ciento de que puedan fallar, porque así es el humano, perfectible, no perfecto y en ese inter puede haber algún margen de error y no quiere caer en eso, por eso es el insomnio…Cualquier comentario sobre dorado texto, favor de enviarlo a valdesnoe@hotmail.com
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