La Nostalgia del IPE, por Noé Valdés
Cuando el que manda en Veracruz dio a conocer que el edificio de Pensiones sería derrumbado, no pude impedir que se me vinieran a la mente que en el inicio de los 70s muchos momentos hermosos viví en ese edificio, ahí conocí los políticos de aquellos tiempos, cuando tenía 16 años y trabajaba para mi sustento, el de mi madre y mi hermana.
Cómo voy a olvidar todas las anécdotas que viví en ese edificio de 7 pisos; no podría olvidar que cuando se descomponía el Sabien italiano, dicho en español, el elevador, nos teníamos que “burriar” las escaleras hasta el quinto piso donde estaba el flamante Departamento de Información del Gobierno del Estado, lo que hoy es la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno.
Para empezar amables lectoras y lectores les comento que en el sótano solo había triques que las diferentes oficinas y para que no les estorbaran en el área de trabajo, los mandaban ahí.
En la planta baja se encontraba la oficina federal de Recursos Hidráulicos, era como una delegación del Gobierno Federal y el director era un señor del que solo recuerdo que se llama o llamaba Demetrio, lo digo así porque no se si aun vive.
En el primer piso estaban todas las oficinas del Instituto de Pensiones del Estado y el director era el licenciado Sabino Huitrón Caballero; en el segundo piso estaba el Banco de Crédito Rural y el gerente era el siempre bien recordado don Armando Rodríguez Suárez; en el tercero y cuarto piso
estaban las oficinas de la Dirección de Educación Popular, lo que ahora es la SEV.
En el quinto piso, ese si que lo recuerdo muy bien, metro por metro, ahí estaba mi área de trabajo, el Departamento de Información del Gobierno del Estado y junto, en el mismo piso estaba la dirección de Planeación Municipal y su director era el contador Durán y me acuerdo perfectamente porque en ese departamento no contaban con teléfono y nosotros teníamos que buscarlos cada vez que tenían una llamada.
En el sexto piso se encontraba la dirección de Educación Física del Estado, desde ahí se manejaba todo lo concerniente al deporte en Veracruz, era una oficina pequeña pero con mejores resultados que ahora, y en el séptimo piso, ahí viene lo bueno, estaba un hermoso salón que el IPE lo rentaba para Fiestas de quince años y bodas, era el lugar de lujo para los que lo rentaban porque tenía un hermoso panorama donde se disfrutaba de la fiesta y se miraba la ciudad y casi siempre eran de noche, era todo un espectáculo ir a esas fiestas nosotros los del departamento en muchas ocasiones nos colamos en las fiestas y la pasábamos a toda máquina.
Cómo no recordar a aquel velador del cual por cierto no recuerdo su nombre, quien a cada rato tenía que corretear a los invitados de esas fiestas porque se llevaban la extensión telefónica, y al calor de los tragos los invitados lanzaban botellas a los vehículos que pasaban por Zaragoza o Leandro Valle.
Recuerdo que cuando la huelga de los maestros del SETSE, la Maestra Acela Servín se mantuvo frente a Palacio y ya cansados de que no había respuesta a sus peticiones, fueron personalmente a ver al maestro Teodoro Lavoignet, para que los atendiera y como en esa época del nepotismo no se sabía nada, el secretario del director era su propio hijo Toto Lavoignet, quien era una persona que media como 190 de estatura y cuando vio que la maestra iba con su gente decidida a entrevistarse con don Teodoro los increpó y les dijo que su papá estaba muy ocupado y que no los podría recibir.
Una de las maestras le tiró una cachetada y se armó la trifulca, los choferes y conserjes que estaban ahí y que trabajaban para la dirección de ese entonces, trataron de calmar los ánimos y también salieron raspados, total que los maestros se retiraron no sin antes repartir puñetazos, pellizcos y rasguños a los que se interpusieron para que se entrevistaran con el director.
Recuerdo que en 1973 en el centro del estado hubo un temblor y fue en la zona de Río Blanco Veracruz, La Esperanza y Ciudad Serdán Puebla, ciudades que por poco desaparecen y aquí en Xalapa se sintió fuerte el movimiento telúrico, al edificio de Pensiones se le miraban los pilares con unas grietas que se extendían desde el sótano hasta el séptimo piso, hubo vidrios rotos y el elevador estuvo mas de una semana fuera de servicio.
Vinieron los albañiles y taparon las grietas del miedo y aquí no pasó nada, la vida de los empleados siguió su curso normal, como no se veían los desperfectos ocasionados por el temblor poco a poco la gente se fue acostumbrando y el miedo se esfumó, porque la necesidad es más gruesa que el miedo y como no había otro edificio dónde irse, ni modo a rezar, trabajar y a ver qué Dios dice, con la buena fortuna que ya tiene más de 33 años de que tembló y ha habido otros movimientos telúricos y el edificio los ha aguantado.
Cómo no recordar a don Armando Rodríguez Suárez, luchador social fundador de Prensa Latina en Cuba, amigo de Fidel Castro y del Che Guevara y años más adelante fuimos compañeros por mucho tiempo en Punto y Aparte (qepd). Don armando es el amigo que todos hubiéramos querido tener y yo fui uno de esos afortunados, cuando el temblor del 85 en la ciudad de México ahí estuvo luchando al lado de las costureras era un hombre que sólo pensaba en hacer el bien a los demás.
En los tiempos de don Rafael Hernández Ochoa, el nuevo director de Pensiones fue José Luís Lobato Campos y ya lo he dicho en otros textos fue cuando el Instituto creció como la espuma, fue cuando se compró el Hotel Xalapa, El Hotel Chachalacas y el Hotel Tajín en Tuxpan, surgieron las tiendas IPE en donde se expendían productos para el hogar a precios accesibles; fue una época bonita para Pensiones, lástima que después vinieron mentes perversas como en el sexenio de Chirinos con el señor Maza y echaron a perder todo, el tiempo que fue director Lobato se debe remarcar en la bitácora de Pensiones.
Desde hace treinta y siete años se que existe ese edificio de los cuales 5 trabaje ahí y en verdad que da risa que después de que ese inmueble superó los embates de la naturaleza y que nunca se suscitó un accidente, ahora cuando ya está por cumplir su tiempo de servicio le construyen una escalera de emergencia que creo que la hicieron para ascender al cielo porque ya sin el edificio sólo quedará como la Torre de Babel, cuando Dios castigó a los insensatos que se sintieron mas que él, haciendo que no se pudieran comunicar entre ellos.
Por la famosa escalera de Pensiones no hubo castigo divino; el que manda en Veracruz regañó a los insensatos que hicieron esa mala obra pero en este caso fue por falta de comunicación o porque le dijeron al constructor -o copelas o cuelo-.
De esta manera quise recordar un edificio que me sirvió de cobijo, de área de trabajo y ahí tuve la oportunidad de conocer a mucha gente que fue importante en la política y a jóvenes que hoy siguen en la misma política,,,,Cualquier comentario sobre este derrumbador texto favor de enviarlo a valdesnoe@yahoo.com
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