Thursday, October 18, 2007

Entendamos las señales, por Noé Valdés

Conforme se avanza en la edad se va adquiriendo experiencia, se va uno dando cuenta de cómo son los valores, qué es lo que conviene y lo que no se desecha, esa es la experiencia que se va adquiriendo conforme pasan los años, porque con el tiempo cada quien va observando qué es lo que le conviene, ya sea individual o colectivamente; se aprende a darle el valor a las cosas, entendemos que no es fácil bajarle la luna a la novia, ni tampoco ella nos lo creería.
Toda esa experiencia que se adquiere con los años, nos enseña que la vida en el mundo está llena de señales, que el mismo mundo nos va enseñando el deterioro que le estamos haciendo; con las intensas lluvias y el inaguantable calor nos dice la misma naturaleza el daño que le estamos haciendo al planeta, pero también los seres humanos nos vamos enviando señales, que no las queramos entender o que hagamos como que no las entendemos es otra cosa.
¿A quién le gustaría formar parte de las estadísticas de lo que pudiera suceder en las escuelas? Ya sea a los hijos que estudian o a los maestros que imparten las diferentes cátedras, como le pasó a la directora de una escuela en el DF cuando un padre zafado de sus facultades mentales llegó hasta el centro de estudios y le disparó, cegando la vida a una persona que iniciaba sus labores en ese centro educativo.
O como lo que a menudo sucede en colegios de los Estados Unidos, se puede decir que en ese país es pan de cada día que sucedan incidentes donde los jóvenes porque no les calificaron bien o por la simple razón de que les caen mal los maestros, van a su casa o en alguna tiendan compran un arma y se parapetan en algún salón y empiezan a disparar sin compasión matando a sus maestros y a sus propios compañeros de clase.
Yo no entiendo qué es lo que van a aprender a esas escuelas, no se si a esos muchachos no les enseñen un poquito de moral, de amor a sus padres hacia la humanidad o hacia sus compañeros, pero de que suceden esos abominables incidentes suceden y eso que viven en el primer mundo.
Yo en lo personal creo que los muchachos en ese país están influidos por sus propios padres, que son hijos de hombres que han estado en guerras como la de Vietnam, en Afganistán, o en los últimos tiempos en Irak, esos hombres que fueron a esos países regresan con tantos traumas que no quisiéramos saber nada de lo que padecieron.
No creemos que hayan estado por esos países en conflicto, en guerra, como unas almas de la caridad, no creo que hayan estado tratando al enemigo como si fueran pétalos de rosa, ¡no! Ellos van a pelear a arriesgar el pellejo, se la rifan y saben que son ellos o el enemigo y deben pasar por unas pruebas terribles.
Pues entonces cómo pensar que sus hijos sean también unas almas de la caridad, pues como se dice aquí en México, la educación se mama y si lo que se mama es violencia, traumas y un sinfín de desequilibrios mentales, pues de esa manera es el producto de esos hombres, hijos que se sienten en el colegio como si estuvieran en un campo de guerra.
De qué sirve si en el primer mundo están bien atendidos, bien comidos, bien dormidos en una buena cama, no en los catres desvencijados que nosotros utilizamos, pero eso si sin los traumas que ellos tienen. De qué sirve que en las escuelas del primer mundo estén con los mejores catedráticos, los mejores sicólogos, las mejores instalaciones si es el alma la que no tienen en buenas condiciones,
Afortunadamente aquí en México, nosotros somos hijos de campesinos, de indígenas, de taxistas, carpinteros, albañiles, de maestros, de gente bien, que el único trauma que se tiene es que no alcanza lo que se gana y que no se tiene lo necesario pero de ahí no pasa, lo que si nos sucede es que en las más de las ocasiones no se tiene la mesa con la suficiente comida y por ende la educación no se aprovecha porque los hijos no están lo bien alimentados como se quisiera.
Lo que está sucediendo en las escuelas como el Tecnológico de Xalapa ubicado en La Reserva, allá por el Circuito Presidentes, el de Las Choapas y el de Zongolica, lo que ahí está sucediendo es una señal de lo que puede suceder en cualquiera de las escuelas de La Atenas veracruzana o de los colegios que existen en todo lo largo y ancho de nuestro estado.
Si entendemos las señales que los mismos jóvenes están enviando a las autoridades que se encargan de la seguridad en el estado, ¡si las entienden! Pues qué esperan para atender esos problemas. Las autoridades educativas ¿qué esperan para atender esos problemas?, ¿acaso quieren que crezca como bola de nieve?, porque hoy es en el Tecnológico de Xalapa, mañana va a ser en otra escuela, se tiene que atender para que no después se tenga que lamentar y si las autoridades en general no lo hacen, no es nuestro deseo que los problemas crezcan pero el tiempo nos dará la razón si lo dejan al ahí se va.
La Secretaría de Educación junto con los diferentes sindicatos debería de revisar y hacer un análisis si los maestros que en estos momentos educan a la niñez veracruzana hacen bien su tarea, porque hay escuelas donde los maestros no reúnen los requisitos para tener en sus manos la educación de la juventud veracruzana y esos si sufren unos traumas de la fregada, si se hiciera ese estudio minucioso les aseguro a las autoridades que van a tener mucha chamba los sicólogos para enderezar a los que imparten la educación en estos tiempos…cualquier comentario sobre este tropezado texto, favor de enviarlo a valdesnoe@yahoo.com.

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