Fotocomentadas
Para todo hay tiempo
Noé Valdés
Los habitantes de esta, nuestra madre tierra, es en automático que cada ser humano piensa diferente y, es natural, sería aburrido que todos pensáramos de forma uniforme. Esa es la razón de que en pocas ocasiones nos ponemos de acuerdo, como hijos de una familia, un hermano piensa en trabajar y otro en la dulce vida, como empleados, es difícil que todos piensen en hacer progresar la empresa, si vamos a elegir a una persona para que nos gobierne, es común escuchar que se diga, voy a votar por este candidato porque es el menos malo, porque me cae bien, porque creo que este si sabe gobernar, por mil motivos votamos.
Eso es lo que le da sabor a las elecciones, que por diversos motivos votamos por alguien para que tome las riendas de alguna institución. Si gobierna bien decimos, no me equivoqué, si gobierna mal decimos, qué arrepentidos deben estar los que votaron por ese mal candidato o de plano decimos, que mala pata, nos equivocamos.
Siempre estamos en la duda, cuando votamos, creemos que lo hicimos por el mejor, pero a la hora de imprimir el voto, queda la duda, ¿y si me equivoco?, esa es la duda que siempre mata, al final no queda conforme el pueblo, siempre hay diferentes apreciaciones, la realidad es que cada quien habla de cómo le va en la fiesta.
Lo mismo sucede en las diferentes religiones, --que quede claro que es mi apreciación--, cuando las cosas van mal en el país, aumentos en los combustibles a menudo y por lo consiguiente hay una cascada de alza de precios en los artículos de primera necesidad, en las colegiaturas, en los útiles escolares, en el transporte, en todo hay aumentos, menos en los salarios.
Cuando todo va mal, es cuando el pueblo empieza a reconciliarse con el dios que cada quien profesa, con la iglesia en donde asiste a rezar, a orar sus oraciones, es cuando se busca al todo poderoso, precisamente cuando las cosas caminan mal en el hogar, cuando hay violencia, cuando los caminos no son seguros, cuando en las plazas comerciales hay asaltos, es cuando el pueblo se acerca más a dios.
¿Qué sucede cuando las cosas van bien?, el mundo se desatrampa, se va a la playa, a los balnearios a echarse un buen chapuzón y unos buenos vinos. Es cuando las iglesias están solitarias, es cuando el pueblo no se acuerda de su dios. Las cosas deberían de ser al revés. Solo vamos al padre cuando empiezan a escasear los víveres en casa, cuando no hay para la gasolina ni para esos pequeños placeres y es que sabemos que cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana, debemos de acercarnos a dios, precisamente cuando hay abundancia y darle gracias por que nos da lo que necesitamos y hasta lo que no.
En el Sintoísmo, los feligreses no van a pedirle a los espíritus y a la naturaleza que es en lo que ellos creen. Se ofrecen y comprometen a querer más a la familia, a la esposa, a los hijos a los vecinos al prójimo, a la tierra. En la chamba, cuando revisan las cuestiones contractuales de trabajos, no van a pedir más sueldo, ofrecer más producción en la fábrica, en el campo, en todas las áreas de trabajo; nosotros hacemos todo lo contrario, vamos a pedir más sueldo y no nos comprometemos a trabajar más, actuamos al revés.
Aquí está el cielo y el infierno, en esta tierra tenemos todas las oportunidades que deseamos, que no las sepamos aprovechar es otra cosa. Estamos próximos al carnaval del Puerto, es precisamente la liberación de la carne, es cuando tenemos la oportunidad de darle rienda suelta a nuestras alegrías, Peeero, ahí va el peeero, después del miércoles de ceniza viene el recogimiento, el momento en que debemos de recurrir al dios que profesamos, pedirle perdón por nuestras faltas y ponernos en sintonía, en armonía, con él, Así que para todo hay tiempo, no nos desesperemos y cumplamos con nuestros principios.
DORMIR BIEN
¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque los que no duermen bien y ya no ven la suya, porque ya la vieron y la aprovecharon en desmedida forma, son los ex presidentes municipales que andan a salto de mata porque los persigue doña justicia veracruzana, todo por gastarse el dinero que le correspondía al pueblo y se lo quemaron en francachelas, con viejas y en viajes, tan solo por eso no duermen bien y lo peor es que ya se deben haber gastado la lana y saben que solo lo podrán pagar con cárcel, pues no se apuren que aquí los está esperando Pacho…Cualquier comentario sobre este inquieto texto, favor de enviarlo a valdesnoe@hotmail.com
0 Comments:
Post a Comment
<< Home