Monday, February 04, 2008

Nuestra identidad a cambio de oportunidades trabajo

Noé Valdés

Siempre pongo de ejemplo mi paraíso (Xico) y lo pongo porque tengo conocimiento de cómo han vivido en el edén en los últimos 50 años, se como es mi gente, como piensa, que le duele y sobre todo cómo está dispuesta a rifarse –como decimos allá- el pellejo, con tal de que en casa no falte el sustento, que los hijos estudien y claro porque no referirlo, siempre dispuestos a entregarse al trabajo, con toda la fuerza para hacerse de recursos y festejar a la Santa el 22 de julio.
En los años 60 del siglo pasado en tiempos de cosecha, era común todas las mañanas escuchar los camiones que pasaban por las empedradas calles, cargados de naranja, plátano o café. Un día, por un descuido sanitario la naranja ya no sirvió para el sustento, se tiraron los naranjales pero quedó el café y el plátano, fueron varios los años que se tuvo que vivir de esos dos productos, pero la gente no se quedó con los brazos cruzados, como la situación se tornaba difícil recurrió a la venta de pan.
La gente vio que era productivo fabricar pan y empezó a proliferar las panaderías por todo el pueblo, es un agasajo caminar por las calles y oler el pan cuando lo hornean y el café cuando lo tuestan. Así se fue ayudando la gente con el nuevo producto y al final de la década de los 60s mi pueblo volvió a recibir otro palo y este si que fue duro, la caída del precio del café fue un golpe que hasta la fecha no se ha podido superar.
El pueblo resintió en su presupuesto esa caída, pero como dice el dicho, “el hambre me tira pero el orgullo me levanta” y ya teniendo como experiencia los golpes pasados, a partir de esos tiempos Xico se convirtió en prestador de servicios vendiendo la comida típica como el mole y el xonequi en restaurantes que poco a poco se fueron instalando y hoy se han complementado con hoteles y deportes extremos. Los turistas hoy dejan divisas frescas al pueblo saboreando la comida, alegrándose con el verde la mora y adquiriendo la basta variedad de artesanías, convirtiendo a Xico en un pequeño destino turístico.
Los lugareños no se arredran ante nada, aun en las mas difíciles situaciones, una porción de habitantes se dedican a la siembra del maíz, otros a la ordeña de vacas y venden la leche o hacen queso y no le ven mala cara al tiempo, si hoy amanecen con norte se van a las fincas a recoger leña seca, si hace frió, van las barrancas a buscar hongos y si se asienta la seca van al río a pescar, total que nadie se queda sin comer.
Es un pueblo trabajador y la gente de todas las edades camina mucho, por doquier encuentras paisanos que están trabajando, lo hacen durante la semana y el sábado o el domingo regresan al pueblo y son pocos los muchachos que están trabajando en los EEUU y si lo hacen es por poco tiempo y regresan al terruño, el sueño americano para los hijos del verde, el pan y el mole, es poca cosa.
Quise tomar como ejemplo mi paraíso porque ahora que estoy incursionando nuevamente en las zonas indígenas de Veracruz he observado que todos los pueblos tienen un fuerte rezago escolar y no es porque el gobierno no les de las facilidades para que tengan acceso a la escuela; los jóvenes no asisten por que emigran a otras ciudades en busca de oportunidades de trabajo, las personas mayores argumentan que son el puntal de la familia y tienen que trabajar en el campo y no les da tiempo y los niños, enfrentan un problema especial que renglones abajo lo explico.
El 6 de enero que estuve en Los Reyes en la sierra de Zongolica para hacer un registro de la fiesta patronal, cuando le pedí a un muchacho que me indicara como llegar a la montaña de enfrente para hace una fotografía panorámica, quien de muy buena manera accedió acompañarme.
Cuando ya estaba en el otro lado de la montaña me encontré con una señora que nunca supe su nombre porque no me dijo una palabra en español, lo primero que pensé es que esa señora guarda celosamente su identidad, la saludamos y seguimos nuestro camino, mas adelante encontramos a un señor que si habla español y entable una breve conversación y le dije.
-Buenas tardes señor, ¿Cómo lo trata la vida?
-Bien, aquí estamos en la celebración de los reyes.
-¿Y porque no va a la Iglesia a festejar como todos lo hacen?
-Ya por allá anda la familia y yo más tarde me hago presente.
Platicamos de la cosecha, del frió, del agua y cuando le pregunte si había estudiado por lo menos la primaria, con palabras muy apresuradas me comento.
-¿Yo?, ¡para que quiero estudiar español, eso tú me entiendes, yo quiero estudiar ingles para ir a alcanzar a mis hijos que están en el otro lado!
-¿Cuántos años tiene usted?
-Tengo 56 años,
-¿Y a su edad quiere usted aventurarse en cruzar la frontera?
-¡Por mis hijos claro que si, allá les va bien ganan en dólares!
Hablo el ocasional amigo que me acompañaba quien dijo.
-Señor, lo que pasa es que los jóvenes se fueron y se quedaron los viejos, como extrañan a sus hijos y como no los pueden ir a alcanzar los señores le pegan duro al alcohol. ¿por que cree que los niños de primaria reprueban mucho?, porque cuando los niños van a tener exámenes, sus padres les exigen que los acompañen a la milpa o la finca y como no presentan los exámenes tienen que repetir el año, pero en realidad lo hacen porque si aprueban el año y salen de la escuela se quedan sin la beca y reprobando es un año mas con la beca.
-¿Qué beca?
- De las que le llaman de oportunidades.
-Pero la beca es para los niños.
-Si pero por lo regular la cobra la mamá y el día que lo hace el papá la espera en la esquina, le quita el dinero y se va a la cantina a tomar y cuando el niño reacciona y reclama lo de su beca, su mamá le dice que se la pida a su padre y que está en la cantina, entonces el niño va y le pide el dinero al padre y este le da 20 o 30 pesos y el niño sale de ahí y se compra unas sabritas y un refresco y ahí terminó la beca. Y les venden el maíz y las papas a más de 100 pesos el kilo y aquí en el campo a los campesinos no se los pagan ni a 3 pesos, aquí es a todo chingar señor.
De el día de los Reyes me traje una espina clavada en la mente, ¿Qué va a pasar?, hay que hacer algo por nuestra identidad, me conformé y me dije, está bueno, eso se lo dejamos a nuestras autoridades y al tiempo. Yo por lo pronto continúo haciendo el registro fotográfico de lo poco que queda de nuestra identidad y lo seguiré haciendo mientras tenga fuerzas…cualquier comentario sobre este desangelado texto favor de enviarlo a valdesnoe@yahoo.com



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