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El Teatro del Estado, se auto ilumina

Noé Valdés

Reza un viejo dicho, “Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana” y es que Veracruz, es un estado que siempre ha estado en la vanguardia de todo, el primer lugar en productor de energía eléctrica, petróleo, café, ganado, naranja, en leyes, comunicación, con más de 700 kilómetros de litoral, tiene el primer puerto de México y qué decir de la cultura, a la vanguardia no de hoy, desde siempre y se entiende al ver por ejemplo el hermoso teatro Llave de la ciudad de Orizaba, en Córdoba el teatro Pedro Díaz, en el Puerto de Veracruz, el Teatro Clavijero y el teatro Reforma, en Boca del río con su teatro Fernando Gutiérrez Barrios y en Xalapa, el teatro Juan Herrera y el teatro Ignacio de la Llave. Con todo eso, hoy nos pesa la deuda y se muestra la pobreza.

Mencionamos todos estos teatros en el Estado de Veracruz, por citar algunos, porque aun falta más. Los mencionamos por imaginar, saber y entender la importancia que en otros tiempos, se le ha dado a la cultura veracruzana y por supuesto, la cultura que nos llega de otros estados y del mundo.

Por la importancia cultural que representa para los veracruzanos el Teatro del Estado, se le otorga el nombre de Ignacio de la Llave, que también, ya desde endenantes, lleva el nombre de Veracruz Llave, en recuerdo de un gran hombre que gobernó Veracruz.

El edificio del Teatro del Estado, no significaría nada, de no ser por los grandes acontecimientos que ahí se han realizado. Si hablamos de la política, tenemos que saber que ahí fue el recinto donde en el año de 1967 protesto como Gobernador Rafael Murillo Vidal, en 1974 hizo lo mismo don Rafael Hernández Ochoa y en 1980 don Agustín Acosta Lagunes.

En ese recinto se han escuchados discursos de verdaderos líderes políticos, personajes que con su discurso hacían que se movieran las masas, hombres como don Jesús Reyes Heroles, Valentín Campa, Demetrio Vallejo, Indalecio Sayago, Alfredo B. Bonfil, Heberto Castillo, Cuauhtémoc Cárdenas, Vicente Fox, Daniel Sierra y grandes tribunos, como el maestro Guillermo Zúñiga Martínez.

En ese templo de la cultura aun se escucha la poesía la maestra Ely Núñez y Valdés, en el ambiente vaga el zapateo de la primera y segunda compañía del ballet folclórico de la Universidad Veracruzana, que dirigió el maestro Miguel Veles, los acordes del arpa del Maestro de la Rosa y su Tlenhuicani, la romántica orquesta de música popular, que formó el maestro Mateo Oliva, el Jazz de memo Cuevas y el Orbis Tertius, la siempre jacarandosa música afroantillana del maestro Moscovita, la bien querida Orquesta Sinfónica de Xalapa, la música autóctona de los guaguas, los negritos de Papantla, los usos y costumbres de las bodas de Chicontepec, la pegajosa música de la danza del Carnaval de Ixcanelco y las mojigangas.

Por todo el escenario y la butaquería, en silencio, se desplaza el espíritu del mimo del mundo, Marcel Marceau, las voces de Facundo Cabral, Placido Domingo, Rosario Andrade, Atahualpa Yupanqui, Sandro de América, el folclor sudamericano de Los calchaquís, Los folcloristas, y las tantas obras, comedias, cómicas y musicales que ahí se han presentado. Y lo más reciente, que ha sucedido en el Teatro del Estado y que por una mala decisión, le costó el puesto a Harry Grapa quien tiene más vidas que un gato bodeguero, porque lo tiran de cabeza y cae de pie.

En la sala grande y la sala chica del Teatro, se ha llorado de tristeza y de risa, por las obras que ahí se han presentado y porque algunos candidatos a alcaldes, diputados, senadores y uno que otro funcionario, ahí les han dicho, ¡tú no vas a ser! Se ha llorado también, cuando al compas de las notas de las golondrinas, los chicos de alguna graduación o de fin de cursos, desde párvulos hasta profesionistas, egresados de las universidades, por última vez se reúnen y se despiden.

Por todo lo anterior, hoy que el telón del Teatro del Estado estuvo a punto de caerse, por falta de mantenimiento y sobre todo, por la falta de sensibilidad hacia la cultura veracruzana, es una pena, que por estar entrando la pobreza por la puerta, la cultura se nos esté escapando por la ventana y no se le dé la importancia que se le debe de dar, es una lástima que estando en el IVEC una persona que si sabe de cultura y estamos seguros que el problema de que al Teatro del Estado le cortaran la luz y el agua, hace unos días, no es problema del maestro Feliz Báez Jorge, debe ser de un segundón y descuidado funcionario.

Se tiene que entender que el Teatro nunca se quedará sin luz, porque brilla por sí mismo, por ser uno de los más importantes santuarios de la cultura veracruzana, y aunque dejen de pagar la luz, siempre brillará, porque la luz que emana la cultura, nadie va a lograr que se extinga. Solo se tiene que usar bien los recursos que el mismo teatro produce. Ahora que si el Teatro es la caja chica de alguna dependencia; contra eso, la cultura siempre carecerá de defensa y los autores de ese atentado hacia la cultura, nunca tendrán la razón. Así sea.

DORMIR BIEN

¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque el que también duerme bien y ronca bonito, no le importa haber faltado al octavo mandamiento, haber mentido y pecado contra dios, es el obispo José Isidro Guerrero Macías de Mexicali BC, quien dijo que el Papa había llamado desde Roma para presionar a los Magistrados de la SCJN, ahora tendrá que hacer una buena penitencia el señor obispo Guerrero, de lo contrario llevará un pecadote, cuando le toque hacer cuentas con el creador, con la salvedad de que él, como es o bispo, se los puede auto perdonar, ¡así que peque las veces que quiera!…. Cualquier comentario sobre este sin luz texto, favor de enviarlo a valdesnoe@hotmail.com