Friday, April 20, 2007

El Paraíso está en Catemaco, por Noé Valdés

El Paraíso está en Catemaco

En estos tiempos en que no hay dinero que alcance y para no quedarse con deudas después de unas vacaciones como las de la Semana Santa, lo mejor es que se divierta uno lo más natural posible.
¿Por qué digo lo más natural posible?, por la sencilla razón de que se deben tomar las cosas de acuerdo a lo que se dispone y no gastar lo que no se tiene.
Me preguntarán amables lectoras y lectores que cómo se va a disponer de lo que no se tiene; pues si se dispone de lo que no se tiene, ahí están las tarjetas de crédito que invitan a gastar aunque se endrogue uno por el resto del año y en ocasiones no alcanza ni para pagar lo mínimo, esa es una manera de gastar lo que no se tiene.
Afortunadamente el Estado de Veracruz tiene muchos lugares paradisíacos naturales y lo que se paga es poco, claro en comparación con lo que se gasta en los grandes centros de diversión como son Los Cabos en Baja California, Mazatlán en Sinaloa, Huatulco en Oaxaca o Cancún en Quintana Roo.
Veracruz también tiene mucho qué ofrecer, basta con ver los alrededores de Xalapa que también tiene lo suyo, y está al alcance de todos, hasta el traslado se puede ahorrar si se viaja de aventón con los amigos. ¿Qué pero le ponen amables lectoras y lectores a las playas de Chalchihuecan?, son mejores y seguras que las de otros estados, las del Puerto y de Boca del Río, y si nos alejamos un poco más podemos encontrar las playas de Mar Azul entre Salinas y Alvarado, limpias como el cielo cuando no tiene nubes.
Pero todavía encuentras mejores lugares si te puedes alejar un poco más, las playas que pertenecen al municipio de Lerdo y Angel R Cabada, lagunas de aguas tranquilas y lo más fregón es que por ahí no hay una sola descarga de aguas negras ni residuos contaminantes de los Ingenios San Francisco y San Pedro de Lerdo, el único problema por ahí son los camiones cargados de caña porque los conductores no toman las precauciones de que la gramínea no obstruya las luces traseras de sus vehículos.
Eso no nos prohíbe que podamos disfrutar de todos los balnearios que se ubican en la rivera de los arroyos que vienen del volcán de San Martín, como “Cinco Chorros” “Matacapa” y muchos más que existen por ahí, donde se la pasa uno de maravilla, y barata la diversión.
Por todos los motivos que existan yo esta Semana Santa la pasé en el paraíso de los veracruzanos, en la región de Los Tuxtlas, me gusta observar y estar entre la naturaleza, aunque no se llegue a un hotel de cinco estrellas, también se puede con una pequeña casa de campaña y se hace uno la idea de que se está en el mejor hotel.
Tampoco se trata de tener los manjares que los grandes hoteles ofrecen, también sabe sabrosa una mojara guisada en la más modesta choza, con el espectáculo que nos da la naturaleza. En ese andar por la región de Catemaco fui a la playa “Xicacal y Playa Escondida”, esa autentica no una playa artificial, la hizo la naturaleza, nada que ver con las que ofreció a los capitalinos el gobernador Ebrard, ahí hay agua limpia y es todo un espectáculo admirarla. Es un auténtico edén.
Cuando tomé el camino que lleva a las playas de Monte Pío me pude percatar de que la carretera, después de la entrada a Playa Escondida, el camino ya esta destruyéndose y el problema se va agravar con las lluvias de este año, pronto serán unos caños intransitables porque en algunos tramos ya no tiene asfalto, se ve que colocaron una capa asfáltica demasiado delgada y no aguantó el tránsito y eso que por ahí no circulan vehículos pesados.
En el tramo donde se encuentra el centro de investigaciones de la UNAM, por razones ecológicas (cosa que se aplaude) dejaron un tramo de carretera empedrada, se supone que eran piedras fundidas en cemento y ya todas están sueltas, la revoltura del cemento fue muy pobre y ya el camino está para llorar, porque una cosa es que el camino esté empedrado pero bien hecho y no como se encuentra que todas la piedras se mueven cuando pasa un vehículo.
Con todas esas cosas propias de los malas empresas que hacen los caminos que creen que nadie se va a dar cuenta de la mala calidad con que hacen sus obras, en esa región la pasa uno bien, se disfruta la naturaleza en todo su esplendor, en el día se admiran las flores, las aguas cantarinas de los arroyos que bajan de la montaña, limpios sin ninguna contaminación.
Se pueden observar los grupos monos de diferentes especies, las ardillas, águilas, tejones, pájaros de diferentes colores y cantos, nidos, patos y garzas garrapateras, el senderismo es hermoso, se disfruta la sombra fresca de los árboles de canela, pimienta, ceibas, higueras, cedros y se conservan en esa zona muchos árboles que ya estaban en extinción.
La región de Los Tuxtlas en lo que se refiere a la naturaleza, el bosque que ahí se encuentra, dicen los que saben que hasta ahí llega lo que es la selva del Amazonas y es tan variada y hermosa que invita a que la visites una y mil veces más, no cabe duda que esa región es mágica y te quedas encantado cuando la visitas.
La selva que rodea “Playa Escondida” vale la pena observarla una y otra vez, tener –como ya lo dije, todo lo que la naturaleza nos ofrece de día y por de noche una bóveda celeste de las mil y una noches, con un cielo estrellado en el que se contempla con un efecto casi como si fuera al alcance de la mano la “vía láctea” que invita a la reflexión, a pensar en lo afortunados que somos al tener al alcance de todos esa maravilla.
Así que si se fue amiga lectora y lector a los grandes centros de diversión y tuvo los problemas de siempre, de que no le respetaron la reservación, que la comida no fue como la esperaba, que la dejó el avión y tuvo que esperar medio día más para poderse embarcar y para acabarla de fregar cuando llega a su destino encontrarse con el tránsito carretero lento que en esos días es un infierno, los invito a que conozcan la región de los Tuxtlas no se arrepentirán, es el paraíso…cualquier comentario sobre este paseador texto, favor de enviarlo a valdesnoe@yahoo.com

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