Monday, February 11, 2008

Un grito de auxilio por la lengua Tének


Noé Valdés

A todos nos preocupa que la identidad de los indígenas que también es nuestra identidad se extinga; en el prestigiado diario “La Opinión” que se edita en la petrolera Poza Rica, de fecha 23 de enero, en su edición de la Huastreca leo una nota del señor Miguel Lozano del Ángel, corresponsal en Tantoyuca; su reporte ocupó la primera plana como nota principal y dice, “Se extingue la lengua Tének”.
En su información comenta que se gestiona una radioemisora para que se transmitan programas en el idioma natal que aun hablan en la región norte del estado, el “Tének”, si se lograra que se hiciera realidad la emisora, se podría transmitir programas culturales para nuestros indígenas huastecos de Veracruz y si se le pudiera dar suficiente potencia a su transmisor para que llegara a otros estados donde se asentaron los huastecos como San Luís Potosí, Tamaulipas y parte de Hidalgo.
En la entrevista que hace el reportero al señor Bernardo Hernández Ana, quien es el representante de la etnia huasteca en Veracruz, consejero de la CDI y además regidor octavo del ayuntamiento en funciones en Tantoyuca, explica que en el consejo nacional de la CDI realizado en abril del año pasado en la ciudad de México se hizo la solicitud de la emisora.
Esta Frecuencia sería de mucha utilidad porque se mantendría la comunicación directa con todos los grupos de indígenas huastecos, se trasmitirían programas en su idioma, adelantos genéticos en cuestiones de las siembras del campo, como combatir las plagas y de que manera hacer producir más la tierra, asesoramiento jurídico, programas sanitarios como campañas de limpieza, invitarlos a cuidar el agua, campañas de vacunación, control de la natalidad y un sin fin de programas.
Esto sería la punta de lanza porque también se les podría informar que productos del campo están solicitando el comercio nacional e internacional, se les asesoraría de qué manera se podría hacer el contacto para la venta de sus productos, la forma de transporte que exigen los mercados internacionales etc.
Se les podría informar que país es el que está requiriendo sus artesanías, ya que ésta zona es rica en ese aspecto, basta con apostarse un domingo en el parque de Tantoyuca y no se cansa uno de ver tanta artesanía que los indígenas venden, auque también padecen de la lacra de los coyotes que se introducen a las zonas indígenas y les pagan lo que quieren para venderlos al doble y hasta el triple de como se lo pagan a las manos que hicieron posible esa artesanía.
Y es que es tan grande y variada la artesanía, como las ollas, los comales de barro, los morrales y cinturones de zapúpe, las escobas y petates de palma y muchas cosas más que se me escapan de la mente en este momento.
Si el problema de que los huastecos perdieran su indumentaria se debió a que en Tantoyuca hace 100 años vivió un compadre de Porfirio Díaz, quien en esa ciudad fue hombre de horca y cuchillo y no permitía que los indígenas entraran vestidos con su ropa tradicional.
Hoy es la globalización la que orilla a que se pierda el idioma y con ello, poemas, cuentos y canciones que los indígenas pregonan en el campo de la huasteca. Los jóvenes salen de sus comunidades y se internan en las grandes ciudades del país o se marchan al otro lado de la frontera en busca de oportunidades de trabajo y por el miedo de que los descubran no vuelven hablar su idioma natal, así que yo también como don Miguel Lorenzo y la de muchos colegas comparto la idea y la preocupación de que el idioma de nuestros indígenas se extinga.
Si dejamos que se pierda el idioma de nuestros hermanos los indígenas también estamos perdiendo nosotros, porque perdemos nuestra identidad, auque parezca mentira. Mucha gente dice, “a mi que me importa lo que les pase a los indígenas” se equivocan, lo que les pase a ellos también nos afecta a nosotros porque también perdemos nuestra identidad, hay que hacer algo y esperemos que pronto se haga realidad la instalación de la emisora donde lancen al aire programas que los entiendan nuestros hermanos los indígenas huastecos.
OTRO SOS
Los pobladores de las faldas del Cofre de Perote, concretamente en la región de Tlacuilolan, Xico Viejo, Cuatitila, Cosmatla, Ticuautipan y otras congregaciones del municipio de Xico, ahí algo está pasando y preocupa porque está afectando al bolsillo de la gente del campo que ya de por si está casi vacío, hoy se ven mermadas sus “ganancias” si así se le puede llamar.
Resulta que desde hace más de dos años, las vacas, toretes y becerros se les están muriendo; dice un amigo que tiene un poco de ganado en Tlacuilolan que las vacas solo empiezan a verse como borrachas y les cuesta trabajo mantenerse de pie, al día siguiente ya no se levantan y al tercer día ya hay que enterrarlas, es una enfermedad que no saben que es lo que la ocasiona.
La pregunta es, ¿si estas congregaciones que están tan cerca de la capital del estado no se han enterado las autoridades sanitarias de ganadería, como será en las que están por las Choapas o por el Higo? La gente de la región del Cofre quiere que el gobierno tome cartas en el asunto porque el problema afecta sus interese y es que no es una vaca la que se muera en un potrero, en ocasiones son hasta seis.
Se sabe que hay gente de la misma SEDARPA que tiene sus ranchos por allá ¿Cómo es posible que no den la alerta sanitaria? ¿Qué es lo que esperan, acaso hasta que se muera la última vaca de la región?, la petición de que intervenga urgentemente la autoridad está hecha, esperemos que no nos suceda como en muchas ocasiones que pareciera que hablamos en el desierto y nadie no escucha; seguiremos informando de lo que suceda en los meses por venir…Cualquier comentario sobre este SOS texto favor de enviarlo a valdesnoe@yahoo.com


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