Fotocomentadas
Por salud, se recomienda leer
Yo, si no leo me aburro
Noé Valdés
Desde los albores de la década de los 80s, le he seguido los pasos al escritor brasileño Paulo Coelho, he leído toda su obra, desde su primer libro “El Peregrino” que me hiciera el favor de obsequiarme en una conferencia de prensa el entonces Delegado del INFONAVIT René Mariani. Me llamó tanto la atención la aventura que relata Paulo en esa novela, que fue mi inspiración para que yo caminara “El Camino de Santiago”. La novela se refiere a alguien que va en busca de la espada y para eso tiene que recorrer el camino que conduce a Santiago de Compostela, en el norte de España.
Ayer termine de leer Las Valkirias, una novela que mi amigo Melitón Morales, al saber que me gusta leer a ese autor, me hizo el favor de obsequiarme, cuando tuve en mis manos Las Valkirias, me di a la tarea de leerla, ¡que tarea!, fue un agradable regalo de mi amigo y grato fue leer otra obra del señor Coelho.
Para empezar yo no sabía que eran Las Valkirias, cuando miré el nombre en el libro, recordé una película que se llama de la misma manera y era la clave para asesinar al Führer, a Adolf Hitler. Hoy que he leído la novela, se que son una especie de gitanas, doncellas o sacerdotisas, mujeres guerreras quienes ayudaban a los hombres caídos y al mismo tiempo decidían quien debería vivir o morir; no son como las gitanas que conocemos, las que caminan por el mundo tratando de leer la suerte, de leer la mano al que quiere que le desvelen el futuro o que le hablen bonito al oído.
En la TV, algunos críticos de autores de novelas dijeron que Las Valkirias era como una biografía de Paulo, el escritor relata cuarenta días que vivió en el desierto de Mojave en California, tratando de encontrar a su ángel, así que es tan solo un momento de la vida del autor, porque cuarenta días no puede ser la biografía de la vida de un hombre que ya está en la tercera edad.
Paulo Coelho fue al desierto de Mojave en busca de su ángel y lo que nos cuenta es una hermosa aventura, nos relata cómo rompe con su anterior acuerdo y reinicia el nuevo acuerdo con su ángel, Paulo nos platica la difícil forma de convivir con el desierto. En una parte de la novela dice que una mañana él y su esposa penetraron al desierto y dejando el automóvil, decidieron caminar y cuando estaban lejos del vehículo se desnudaron y comenta el error que cometieron, dice Paulo que los egipcios visten ropa gruesa, para que cuando transpiren la ropa se moje y esa humedad los refresque.
Nos dice que en el desierto es peligroso desnudarse, porque, efectivamente se piensa como ilusión óptica que se resiste mejor el calor, se quita la sed, peeero, empieza a sentirse un desmayo, consecuencia de la deshidratación, el sueño es la señal de que estas muriendo sin darte cuenta.
En una de las varias incursiones al desierto Paulo se encuentra con las Valkirias, quienes le ayudaran a encontrar a su ángel, para eso tiene que someterse a varias pruebas que poco a poco va superando hasta que terminan los rituales.
Llama la atención el rito que utiliza la Valkiria al finalizar la ceremonia del encuentro con el ángel, las oraciones que utiliza cuando se dirige al todo poderoso y se refiere a los cuatro elementos, el aire, la tierra el fuego y el agua. Todo lo que dice para nosotros es familiar porque a menudo lo escuchamos. Cuando se refiere al aire dice, dirigiéndose a dios. Aquí está el látigo. Si así somos, castíganos. Castíganos porque somos diferentes. Porque somos aquellos que se atrevieron a soñar y a creer en cosas en las que ya nadie cree. Castíganos porque desafiamos lo que existe. Castíganos porque hablamos de Fe, y nos sentimos sin esperanza. Hablamos de Amor, y no recibimos ni el cariño ni el consuelo que creemos merecer. Hablamos de libertad y somos cautivos de nuestras culpas.
Cuando se refiere a la tierra dice. Pertenecemos a este mundo Señor. Y lo hemos empolvado con nuestros temores. Escribiremos nuestras culpas en la arena, y el viento del desierto se encargará de disiparlas. Mantén nuestra mano firme y haz que no desistamos de luchar, aun sintiendo que somos indignos de la batalla. Usa nuestra vida, alimenta nuestros sueños. Si fuimos hechos de Tierra, la Tierra también está hecha de nosotros. Todo es una misma cosa.
Instrúyenos y úsanos. Tuyos somos para siempre. La ley se redujo a un mandamiento, “Ama al prójimo como a ti mismo”.
Cuando habla del fuego dice. Tú dijiste, Señor. “Vine a atizar el fuego en la Tierra. Y vigilo que arda”.
Que el fuego del amor arda en nuestros corazones. Que el fuego de la transformación arda en nuestros gestos. Que el fuego de la purificación abrase nuestras culpas. Que el fuego de la justicia guie nuestros pasos. Que el fuego de la sabiduría ilumine nuestro camino. Que el fuego que esparciste sobre la Tierra no se apague jamás. Él ha vuelto, y lo llevamos con nosotros.
Cuando la valkiria se refiere al cuarto elemento que es el agua dice. Tú dijiste: “Quien beba de esta agua jamás tendrá sed”. Pues bien, estamos bebiendo de esta agua. Lavamos nuestras culpas por amor a la Transformación que sacudirá la Tierra. Escucharemos lo que dicen los ángeles, seremos mensajeros y mensajeras de sus palabras. Pelearemos con las mejores armas y los caballos más veloces. La puerta está abierta. Somos dignos de entrar.
La verdad es una novela bonita, nos hace reflexionar, y sobre todo nos muestra la tozudez, la fuerza de voluntad de hacer las cosas, se esté donde se este, se tenga que estar donde se tenga que estar, como en la novela “El Peregrino” en donde no importo el tramo que había que caminar y que fueron más de 860 kilómetros, lo importante era llegar a encontrar la espada, de esa manera en esta novela “Las Valkirias” no le importo al autor estar donde tuvo que estar, 40 días en el desierto de Mojave, con un calor de más de 50 grados al medio día o a menos de cinco grados bajo cero por la noche, lo importante era hacer lo que se había propuesto, encontrar su ángel. Es una hermosa aventura y dice el autor que la mayoría de los relatos son de hechos reales, vale la pena leer esta novela como todas las que le han precedido, les recomiendo a mis amables lectoras y lectores que no se la pierdan, les será valioso leerla.
DORMIR BIEN
¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque ayer hable con amigo y me platicó de sus familiares que viven en la rivera del río Coatzacoalcos, dice que están hechos un mar de llanto, de su casa, la creciente del río no les dejo ni los paredones, que no encuentran donde estaba ubicada su casa, están hechos una desgracia, ellos, no creo que duerman bien, solo les queda esperar la ayuda de sus hermanos, los veracruzanos y todas las ganas que tienen de salir adelante…Cualquier comentario sobre este comentario, favor de enviarlo a valdesnoe@hotmail.com
0 Comments:
Post a Comment
<< Home