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“Tata, aquí estoy con el bastón
que me diste”: Duarte
Noé Valdés
Cuando Javier Duarte llega a la inauguración de la Cumbre de Tajin 2011, las mujeres totonaca lo saludaron y lo envolvieron con sus olorosos inciensos, la tradicional rameada de albaca y aprovecharon para manifestarle los mejores deseos en el camino de su mandato en Veracruz. El Ejecutivo de inmediato se dirigió al bohío, donde lo esperaban los abuelos y dirigiéndose a Don Juan Simbrón, dijo. “Tata, traigo el bastón que me diste la otra vez, vengo a saludarte y a invitarte a la inauguración de la cumbre de la identidad”. Con esas palabras saludó al Tatiazca y a todo el consejo supremo totonaca.
Por su parte Don Juan, saludó al mandatario, también le deseó éxito en su mandato y le dijo que los indígenas de Veracruz, mantienen viva la esperanza, que con él en el gobierno de Veracruz, están seguros que sus demandas siempre serán escuchadas y sus peticiones serán atendidas y resultas.
Cuando el que escribe salió de la capital del estado, ya venía advertido de lo que piensan algunos ciudadanos y colegas de la Cumbre Tajin. De manera casi uniforme comentan que las cumbres anteriores fueron mejores, que fueron a nivel internacional, de primer mundo y, no está mal su apreciación, fueron otros tiempos, se contrato a un francés para que nos hiciera el “favor” de proyectar la historia del totonacapan de acuerdo a su apreciación, usando tecnología electrónica de punta, con actores traídos de lugares que no tenían nada que ver con las costumbres Totonaca.
Hoy la fiesta de Papá Trueno, la hicieron los autores que toda su vida se han identificado con Tajin, autores que han caminado y siguen caminando por el totonacapan, autores descendientes naturales de los que fue capaz de dejarnos plasmado en pirámides, en signos, en relieves su cultura, con la idea de que futuras generaciones disfrutaran y supieran que existieron. Y si queremos ver la fiesta a nivel internacional, pues ahí están Los Voladores, que son patrimonio de la humanidad y los conocen en todo el mundo.
En este 2011, los autores principales fueron los abuelos del totonacapan, los hombre y las mujeres de Espinal, Coyutla, Progreso de Zaragoza, Coahuitlan y Chumatlan, la actuación de los jóvenes y los niños de Filomeno Mata, Mecatlan, Zozocolco de Hidalgo, Entabladero, Cosquihui y Papantla, en pocas palabras, los indígenas, los que recurren con sus ritos para que la naturaleza les mande la lluvia cuando se asienta la seca, los que le piden al Dios Trueno que sea benévolo con ellos, para que las lluvias lleguen a tiempo y la cosecha sea abundante.
El rito lo hacen siempre pensando en todos, no como nosotros los de la ciudad que si al cielo pedimos, siempre pedimos el pan nuestro, nunca al cielo pedimos pan para todos. Por eso siempre lo escribo y porque así es, los indígenas viven entre hermanos, se ayudan entre iguales y en lo más preciado que quiere el hombre, la libertad.
El solsticio de esta primavera, es para los que asistimos, un remanso, un descanso para el alma, para que nos olvidemos de ver tantas cosas que suceden en el mundo. De ver como un pueblo se tiene que enfrentar, aun sabiendo que puede perder la vida, pero que tiene que sacar al que se a eternizado en el poder y los tiene en la miseria, como el caso de Egipto, de Tunez y hoy de Libia y le seguirá Yemen y no sabemos cuántos más.
Caminar en estos días por el totonocapan, es una buena forma de escapar de las noticias de un Japón que sufre por el pasado cataclismo, en donde solo nos queda solidarizamos con nuestros hermanos nipones, pero que en realidad no podemos hacer nada por ellos, excepto orar porque pronto encuentren la solución de sus problemas y calme su dolor que hoy sienten las familias que perdieron a sus seres queridos. También para distraernos y olvidarnos un ratito de los aumentos de los combustibles y la cascada natural de alza de precios en la canasta básica
Aquí nos quedamos con nuestros hermanos los indígenas, los que guardan su identidad que también es mi identidad y la de todos los que sentimos que por nuestras venas nos corre sangre indígena. ¡Sí!, la fiesta no es de primer mundo, pero es más valiosa porque es nuestra, porque todos hicimos la fiesta, tanto los indígenas que actuaron para nosotros, como nosotros que los admiramos y quedamos satisfechos de su actuación, por eso y por mucho más, que vivan nuestros hermanos los indígenas y que pervivan por muchos años.
Para el que escribe, vuelve a confirmar que el sexenio del señor Duarte y la sensibilidad afectiva hacia los poseedores de nuestra identidad de la señora Karime de Duarte, definitivamente es el sexenio de los indígenas.
DORMIR BIEN
¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque los que también duermen más o menos bien son los indígenas del totonacapan, en el recorrido que hicimos por la montaña, pudimos ver que las siembras de maíz y de otros productos del campo, va a ser en abundancia, ya están a punto de cosechar y hacer la segunda siembra del año, no cabe duda que Papa Trueno los ha tratado bien. Los indígenas, ruegan al cielo a Tajín y esperan que San Javier los trate mejor…Cualquier comentario sobre este natural texto, favor de enviarlo a valdesnoe@hotmail.com
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