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¡¡Coahuitlan!!

Un pueblo que el gobierno y los

veracruzanos le deben un homenaje

Noé Valdés

Ahora que estuvimos en la Cumbre Tajín, versión 2011, aprovechamos la oportunidad y nos adentramos al Tononacapan, visitamos a los indígenas en la montaña, en su hábitat natural, disfrutar de esa hermosa región y platicar sus habitantes, en vivo, a todo color y para que no nos cuenten. Fuimos para ver si los pueblos no habían cambiado de lugar y la verdad que todo parece que está como cuando estuve con ellos conviviendo hace un poco más de cinco años. Salvo la obra de un puente que están construyendo antes de llegar a Coyutla, pareciera que la compañía encargada de hacer los trabajos, les está poniendo la aburridora a la gente que hace uso de ese pasadero, los trabajos están parados y no tiene para cuando lo terminen, ya concluimos el mes de marzo y si no es en mayo es en junio, cuando se desate la temporada de lluvia y si no terminan los trabajos, seguro que van a quedar aislados los habitantes de la sierra alta, los habitantes de Mecatlan, Filomeno Mata, Coahuitlan, Progreso de Zaragoza y congregaciones circunvecinas. El camino de Progreso de Zaragoza hacia Coahuitlan, también le están metiendo mano, es un camino que tiene una inclinación medio regular, lo están rehabilitando, cuando pasamos le estaban haciendo el conformado y no sabemos si lo van a pavimentar o solo lo están rehabilitando. La verdad que si no le echan ganas, les puede agarrar las lluvias en obra. Ese camino si no lo terminan a tiempo, va a quedar inaccesible. En el pueblo de Coahuitlan pareciera que se detuvo el tiempo, en los alrededores las fincas de café están floreando y pareciera que les a caído nieve, los elotes en las milpas y los ejotes ya están buenos, la cosecha va a ser abundante y pronto los indígenas van a preparar la tierra para la segunda cosecha del año. Las cosas han cambiado para bien, las calles limpias, los accesos aunque son de terracería están transitables, ahí todo sigue igual, la iglesia, el panteón, la galera que sirve de mercado y el águila del escudo de la agencia municipal que alguna vez fue presidencia municipal, no se ha movido un milímetro, todo sigue igual. Hoy que estuvimos por ese pueblo, había poca gente, la mayoría estaban ocupados en la fiesta de Tajín. Coahuitlan tiene setecientos cuarenta y dos casas, tres mil habitantes aproximadamente, en donde son más mujeres que hombres, cuenta con una clínica donde ofrecen el servicio médico de lunes a viernes, si el sábado o el domingo alguien se enferma, recurren a los curanderos de la ciudad, hay dos escuelas de preescolar, dos primarias, una secundaria y un tele bachillerato, una cantina y más de cuatro disfrazadas de misceláneas, la mayoría practican la religión católica, el gobierno que ha estado en el poder hasta el mes de diciembre pasado fue el PAN y hoy es el partido Nueva Alianza el que manda en el ayuntamiento de Progreso de Zaragoza de donde Coahuitlan es congregación. Ahí las mujeres siguen vistiendo hermosas, como lo hicieron sus mayores, desde cualquier punto de vista donde se divise el pueblo, se disfruta de ver a las mujeres, pareciera que estamos viendo novias, que orgullosas visten sus atuendos, como los que vistieron sus abuelas, sus padres y hoy ellas y ellos, lo interesante es que sus pequeñas hijas también lucense el vestido, los niños como sus padres usan su calzón y su camisa de manta. Escuchar hablar a los habitantes de esa comunidad es una delicia para el oído, aunque no entiendo su idioma, la delicia consiste en que el idioma no se ha perdido, que lo hablan los viejos, las y los jóvenes y los niños, lo que quiere decir que en ese municipio hay idioma y vestido para mucho rato y si se hiciera el museo etnográfico en Xalapa, tendríamos esas costumbres, esa forma de vida por muchos años, se harían talleres de la hechura de la artesanía, del idioma, se darían a conocer las historias, los versos, los cuentos, las historias, las canciones de los indígenas, en su idioma natal y traducidos al español. Al pueblo de Coahuitlan, los veracruzanos y el gobierno le deberían de hacer un homenaje por guardar sus costumbres, su idioma, sus ritos, por eso se le debería de rendir un homenaje, recordemos que si se pierde el colorido de los vestidos de las mujeres, el folclor de las danzas, el idioma, se estará perdiendo lo que hasta hoy han cuidado los indígenas, se perdería su identidad que también es nuestra identidad. Si se pierde un idioma, se pierden los versos, las canciones, los cuentos, las historias, los poemas, no es cualquier cosa los que se pierde cuando se esfuma un idioma. Evitemos que caiga en el basurero del olvido, si dejamos que los indígenas pierdan su identidad, estaremos perdiendo también nosotros los de la ciudad, nuestra identidad, ¿Qué esperamos para entrarle al rescate?, ¡¡Aun estamos a tiempo!! DORMIR BIEN ¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, yo también, como escribo mis texto y nadie me hace caso, termine convenciéndome que hablo en el desierto, así que eso ya no me quita el sueño, seguiré hablando en el desierto. Si por casualidad hay alguien que quiera mandar algún comentario sobre este reconocedor texto, favor de enviarlo a valdesnoe@hotmail.com