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La lana escasea y el pueblo se desespera
Noé Valdés
El pueblo mexicano, con la ayuda del gobierno ya perdió la punta de la madeja de las finanzas. Y él gobierno en sus tres niveles, trae el hijo atravesado y por más que le buscan no le encuentran la cuadratura al huevo, claro que eso no es nuevo, no es de hoy, es un padecimiento de varios años, se puede decir que de décadas. Hace un buen tiempo, el gobierno tomó la medida de congelar las plazas, trabajador que se jubilaba, plaza que se mandaba al sueño de los injustos.
Después se puso de moda la comprara de vehículos y los entregaba en renta a los empleados, en el inicio el gobierno pregonó que era todo un éxito y de pronto, no sabemos que paso que cancelaron el proyecto, fue una práctica que con el tiempo no dio los resultados planeados.
Pasaron los años y como una acción desesperada se implanto otro programa de ahorro. No se darían vehículos a los empleados, nada de llamadas telefónicas no oficiales, ni celular y una miseria de viáticos, el programa tampoco funcionó. Hoy, en el gobierno de Veracruz la oferta es el retiro voluntario y aún no sabemos si ya encontraron la fórmula para hacer una buena administración. Lo que sí se sabe es que los empleados, si no se les da las herramientas para trabajar, la administración camina a vuelta de rueda, porque el gobierno hace como que les paga y los empleados hacen como que trabajan.
Nada es posible, si no se tiene con que, sin viáticos, sin el incentivo que es la lana, en la actualidad, la verdad nadie quiere trabajar, ni poner su vehículo, a excepción de Héctor Yunes, quien dio en comodato su vehículo al tricolor porque no hay carro para el presidente, Hay que entender que Héctor es presidente de un partido y ahí el gobierno no tiene la culpa de que no tengan dinero.
La cuestión es que en la mayoría de las dependencias del gobierno del Estado, no hay lana para chambear, en todas partes se escucha que los empleados no salen de comisión porque no hay viáticos, no tienen gasolina, no hay para reparar los vehículos. No se sabe cómo le va hacer la nueva administración, pero la verdad, al paso que va se llega lejos.
El pueblo también tiene que hacer de tripas corazón. El campo, en la región de Coatepec para no ir tan lejos, hace algunos años era un vergel de café, hoy muchas fincas le están cambiando el uso del suelo, hectáreas de esa gramínea las están transformando en siembras de caña, para los ingenios, para hacer piloncillo, y hasta aguardiente. Dicen los que saben que hoy la caña es un negocio que deja más que él café, el año pasado el precio del café estuvo regular pero la producción fue para llorar. Eso sí, si vamos a un restaurante a tomar un café, hay que pagar 25 pesotes ¡y eso que no vale el café en la finca!
Un problema lleva a otro problema, en la campiña cafetalera muchas hectáreas se están desmontando y con ello el calentamiento global se acelera, se empobrece la tierra, se empobrece el pueblo, problemas en casa porque no se tiene lana para la educación de los hijos, no hay trabajo, no hay para la medicina, es una lista de problemas que no cabrían en este texto.
Así como el gobierno no sabe qué hacer con sus gastos, así el pueblo tampoco sabe qué hacer con los suyos, los tiempos de la cosecha del café que era una alegría, se fueron, lo mismo le sucede al gobierno, los tiempos en que todo se movía y había pachocha para realizar las actividades, se fueron y no le encuentran la punta de la madeja y volvemos a los problemas, la mayoría busca chamba, aunque algunos agarran el camino más fácil y hasta delinque por no encontrar oportunidades de trabajo.
El campo tiene un gran problema global, la naranja en la finca se está cayendo por falta de comercio, lo mismo sucede con las demás frutas que se dan en el estado. A pero si vamos al mercado, el limón la naranja, la papaya, la piña, la toronja, y muchos productos más del campo, los precios están por los cielos y en el campo por los suelos, como que debería de haber un poco más de equidad, que el precio en los mercados, corresponda a lo que cuesta el producto en el campo y que esté de acuerdo a los salarios. Suben los combustibles y con ellos una cascada de precios se van para las nubes y el sueldo es el mismo. Como que no cuadran las cuentas.
No se sabe qué va a pasar en lo inmediato, lo que sí se sabe es que la lana está escasa, en este texto ya abordamos el tema del gobierno, y la transformación del campo. Todavía más, los proyectos de cultura están atorados, en el deporte igual, si hablamos de la contaminación nos vamos a encontrar con lo mismo, mejor ahí le paramos y que nuestro Dios, él resucitado, nos acuerpe y nos guie, para que usemos mejor la inteligencia y que todos tengamos éxito.
DORMIR BIEN
¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque los que en estos momentos ya les está llegando de nuevo el insomnio, son los prestadores de servicios turísticos en Veracruz, ya pasaron las vacaciones de Semana Santa y les fue bien, pero de aquí hasta cuándo puede haber otra buena venta, por eso la perdida de sueño…Cualquier comentario sobre este pobre texto, favor de enviarla a valdesnoe@hotmail.com
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