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Queriendo, ¡Si se puede!

Noé Valdés

¡Democracia!, ¿Cuántas mentiras decimos en tu nombre? El hombre por naturaleza está lleno de deseos, de aspiraciones, de ser un triunfador. Por eso cuando quiere incursionar en las política es capaz hasta de venderle el alma al diablo, claro que hay de aspiraciones a aspiraciones y todo está sujeto a las circunstancias, cuando se quiere ser legislador, en este caso local, se tienen que usar todo tipo de artimañas para convencer al electorado.

Y las promesas se manifiestan al por mayor. Cuando un candidato se presenta con el pueblo a pedirle el voto para que lo lleve a ocupar una curul en el Palacio Legislativo de las calles de Encanto esquina con Lázaro Cárdenas. En un mitin prometer hasta lo que no tiene, ¡que les vamos a construir un puente! y como siempre, nunca falta un aventado que grite entre la multitud, ¡no tenemos río!, el candidato aprovecha y se escucha de su ronco pecho. También se los ponemos.

En el discurso siempre va implícito él; ¡Me comprometo a gestionar obras para su municipio, para su congregación, para su ranchería, voy a ser un diputado de tiempo completo, habrá más becas para sus hijos, le vamos a exigir a Calderón que haya más apoyo en el programa de oportunidades, en el de 70 y más, seré su voz para defenderlos en la más alta tribuna del estado, conozco sus necesidades, se qué es lo que les hace falta, sé lo que les duele, vigilaré sus intereses!

Por todas esas promesas, tan convincentes, tan atractivas, que se convierten en una oferta que no se puede despreciar, el pueblo vota y los hace diputados; hablando en castellano, les da chamba. Por eso, en la sesión ordinaria del martes 17 de mayo, cuando aprobaron la ley en la cual impedía que las concesiones del transporte, en la modalidad de taxi, se pudieran heredar y si el titular fallecía, el gobierno disponía de ellas.

Esa fue la gota que derramó el vaso y miles de familias que viven de esa chamba se pararon de pestañas, por la pequeña, por la simple razón de que los diputados les estaban afectando al bolsillo, porque les estaban quitando un derecho que se conquistó des hace ya varios lustros. Los trabajadores del volantes se inconformaron y lucharon porque los legisladores dieran marcha hacia atrás, que la ley volviera a su lugar y no se cometiera un error en contra de muchas familias veracruzanas.

JUSTO ES RECONOCER

Con sensibilidad política, los diputados de la LXII legislatura, rectificaron su error y este martes 24 de Mayo, devolvieron la tranquilidad a esas familias que ya habían perdido el sueño de ver afectados sus intereses. El diputado Tomas Montoya, Presidente de la comisión de transporte de la LXII Legislatura del Estado, sabe, que en el juego del ajedrez, cuando se avanza una pieza y al ver que esa pieza está amenazada, que es mas lo que se pierde que lo que se gana y mejor se regresa al lugar de origen, para protegerla, eso se llama, “tiempo perdido”.

Pero también sabe Don Tomás Montoya, junto con los demás diputados, que es mejor que se rectifique a que se paguen altos costos políticos. Actuar de esa manera es de reconocerse a todos los diputados que hicieron realidad, lo que los trabajadores del volante pedían, eso es cumplirle al pueblo, eso es volver al principio, volver a caminar, como cuando se peregrinó y se prometió y que ahora se le cumplió a la gente.

El diputado Jorge Carvallo Delfín, toda su bancada del PRI, los del PAN, los del PRD, Armando Méndez de la Luz y su Convergencia, deben estar satisfechos, de que la gente, los veracruzanos, consiguieron lo que querían, hasta aplausos –que mucha falta les hace-- les brindaron los trabajadores del volante a los diputados, cundo vieron en el tablero electrónico, que 46 votos les favorecía y que ya no había para atrás, que la pesadilla había terminado. Como en los cuentos de hadas, que en este caso fue de hadas y hados, con un final feliz. Así sea.

DORMIR BIEN

¿Qué tal duerme amable lectora y lector?, ¡bien!, que bueno, porque el que no duerme bien es el señor José Vázquez, quien contenderá por el revolucionario institucional este 29 de mayo en el municipio de Coxquiui, trae un insomnio de la fregada, tan solo porque el diputado del PAN Loth Melchisedec Segura, quien le anda espantado a la gente y dicen los hermanos indígenas que les ha ofrecido 150 pesos por cada credencial de elector y que desde un poblado del Estado de Puebla, se está avituallando de despensas para convencer al electorado que no voten por el tricolor, sino por los azules, así que chiste, la elección va a volver a los tribunales y será cuento de nunca acabar…Cualquier comentario sobre este rectificado texto, favor de enviarlo a valdesnoe@hotmail.com