Doña Rosa Borunda:aún no escuchan a Adriancito, Por Noé Valdés
Con el colega Neftalí Urbina, quien es el que encabeza la unión de periodistas de Coatepec, nos reunimos a tomar un café y me platicó una inquietud que no lo deja dormir.
-Noé, traigo clavada en mi mente una preocupación que tengo que platicársela a alguien porque si no voy a reventar.
-¿De que se trata?
-Nada menos que la del problema de salud que vive un niñito de escasos 3 años con quien me fue difícil y me costó mucho tiempo lograr su amistad.
-A ver, barájamela despacio.
-Resulta que a Adriancito es mi vecino, lo conozco desde hace un buen tiempo y cuando trataba de jugaba con él me llamaba la atención que cuando le hablaba, no gesticulaba mueca alguna, no me demostraba si quería o no jugar conmigo, salvo en algunas ocasiones escuchaba que se reía pero ni una sola palabra.
-¿Y cuál es el problema?
-Un día le comente a doña Eva María Rendón, madre de Adriancito que parecía que mi amistad no le gustaba a su hijo, Y Ella solo se sonrió.
En cierta ocasión, y ya con más confianza, cuando salía de mi casa, me encontré de frente con la señora Eva Rendón, me interceptó y me dijo:
Señor Urbina, le quiero platicar el por qué cuando usted platica con mi hijo él no le dice nada, es porque, mi hijo sufre de CORTIPATÍA BILATERAL.
-¿Y qué es eso?
Con las lágrimas corriendo por los pómulos la señora continuó platicando:
-Pues que no lo escuchaba, que mi hijo está sordo y dice el médico que es urgente que se le haga un IMPLANTE COCLEAR y no tenemos el dinero para la operación, ayúdenos señor Neftaí, para que mi hijo escuche.
-Le prometo señora que haré todo lo que esté a mi alcance para que Adrián salga del silencio en que se encuentra.
Esa mañana salí de mi casa con la firme idea de buscar a la persona o institución que pudiera aliviar el padecimiento de Adriancito; busqué a los amigos, compañeros de trabajo, toqué puertas y nada, pasaron los días y una mañana fui a la plaza “Américas” con tan buena suerte que en una tienda departamental comprando encontré a la señora Rosa Borunda de Herrera.
Después del saludo y desearle la pronta recuperación de su tropiezo de salud le dije:
-Señora, perdone que aproveche la oportunidad, pero traigo un encargo de un vecinito que tiene un problema de CORTIPATÍA BILATERAL, en pocas palabras está sordo y requiere de un IMPLANTE COCLEAR, le ruego señora si está dentro de las posibilidades en la institución que usted atinadamente dirige se pudiera hacer la operación para ese niño.
-Mire señor, ¿Cómo me dijo que se llama?
-Neftalí Urbina, señora.
-Mire señor Neftalí: Que hoy mismo lleven los padres de ese niño al DIF y que se entrevisten con Zita Pazi para que lo atiendan, para cuando se presenten en la institución ella ya deberá estar enterada del niño y verá que pronto dejará de ser una preocupación para usted y el remedio para Adrián.
-Muchas Gracias señora y mi mejor deseo de que pronto se restablezca.
Me despedí de la señora Borunda y me comuniqué con la familia de Adriancito para que fueran al DIF. Ese mismo día y siguiendo las instrucciones de la esposa del señor gobernador, Fidel Herrera Beltrán. La señora Eva María y su esposo Adrián Galicia se presentaron en las oficinas del DIF y la directora no los pudo recibir ese día, fueron otra vez y otra vez y tampoco.
Han pasado los días, las semanas, vuelta tras vuelta y es la hora en que la señora Pazi no ha tenido oportunidad de atender este lamentable caso. Y por lo tanto no ha llegado la ansiada audiencia prometida por doña Rosita Borunda.
-Neftalí, a lo mejor la directora no ha estado en la ciudad
-Pero si yo la he visto en la prensa en eventos que se han hecho en la ciudad y no se por qué no los atiende.
-Es posible que su secretaria no le haya informado a su jefa que tiene esa recomendación.
-Pues no se, pero ya esto no me deja dormir y pasan los días y no se pero tengo el presentimiento de que si ese niño no se atiende pronto, es posible que después no tenga cura.
Así pasamos un buen rato con mi amigo, nos terminamos más de tres tazas de café y las meseras ya nos miraban feo, ya que era la hora en que el restaurante donde estábamos se llena hasta el tope, en fin de esto solo puedo deducir dos cosas que mi amigo Nefalí sigue preocupado y ahora a mi ya también me salpicó y ya somos dos los que estamos preocupados por el problema a de Adriancito.
Espero que estos renglones no sean gritados en el desierto y si así es espero que alguien ande perdido por el desierto, nos escuche y ayude a que Adrián no siga en el silencio donde no quisiéramos que nadie estuviera…Cualquier comentario sobre este silencioso texto favor de enviarlo a valdesnoe@yahoo.com